jueves, 14 de febrero de 2008

...En mi Biblia...

...Fui recogiendo los trozos de mis pisadas pensando que eran tuyas... En el sendero de piedras que nunca tocas, por ese viacrucis que soporto hasta que vuelvo a verte... Pero aún en ese vacío que dejo al levantar los pedazos de mi carne podrida, te vuelvo a encontrar; y pongo velitas como si fueran migajas para envolverte en una oración de este mito hasta que el otro día te traiga conmigo para que puedas enrollarme en las siete plagas del próximo encuentro...
Inserta tu golpe en mi garganta
quiebra mi voz con tu silencio
desata mi furia en tus sábanas
y sostén mi rostro perdido en el oído…

Cuando cierre los ojos…

Cuando te encuentres dentro…

Fundidos etéreos en nuestro secreto…

Rompe con tus manos mis cristales de agua
nada sobre ellos y conviértete en mi gloria
pon una de esas gotas en el cáliz de mi inocencia
y bebe mi sangre hasta embriagarte con mi presencia

Hoy vengo en tu última cena
y traga mi cuerpo en una ostia
suelta tus demonios sobre mi mesa
y arráncame con un beso mis prendas

Hoy necesito tenerte cerca
amordazándote con mi manto de pobreza
estrellando mi boca en tus monedas de plata
donde cada noche conservo tu belleza

reviéntame con un pecado de tu lengua
pulveriza mi espíritu de tinta derramada
espárcela lentamente en mi hoja evangélica
y rézame nocturno en tus oraciones del alba…

Híncame para velar tu sueño prohibido
rompiendo mis costillas por tu lanza del destino
extrayendo mi ligereza esa lánguida mirada
donde voy siendo con un beso tuyo, tu presa.

Enséñame…

A como tocarte con la fuerza de cien dragones
a quemarte con el fuego de mi leña verde
a consumirte en siete lunas y cinco soles
a existirme en la vista de la Venus sollozante.

Hagamos un ritual en el claro de un lago
ofréceme en castigo a tu veneno de centeno
déjame navegar en los torrentes de tu sangre
hasta que pueda alcanzar el centro de tus pasiones…

Hoy quiero hacer de ti mi éxodo
y ser ese pueblo bendito de tu cuerpo
y que se partan los mares si llegas a irte
para que nunca canses de regresarte…

Sé mi universo enclaustrado en los altares
donde el agua y el fuego puedan unirse
que el oro ofrecido sea mi sacrificio
y no haya rastro de las vírgenes en los cirios…

En tu pecho alzaré un altar
y en tus piernas construiré mi iglesia
oficiaré una misa si me dejas entrar
y sobre mí una alfombra donde puedas pisar…

Para que flotes levemente y no puedas lastimarme

para que tropieces y el suelo nunca toques

para que levante con mis dedos redes tu deseo de hambre.

Guarda la mitad de mi piel en tu cofre de mirra
el resto aviéntalo a una abedul fogata
pon astillas de pino en mis comisuras
y lárgate al fondo de mi ser desierto…

Regálate durante cuarenta días a mi pensamiento
y mándame un puñado de polvo de estrellas
porque la arena que pisas es mi tierra sagrada
que ha sido regada con tus caricias violetas…

Que me devuelven al viaje de tenerte cerca…

Atado a tus llamadas corporales primitivas
donde con sólo un suspiro me robas el aliento
donde con sólo una señal eres mi tragedia
escuchándome ser colapsado en tu coro griego

en el cual suspendes mi rito y mi obra…

En el mito capturado por una pluma negra…

Y que se encierra en la imagen de un poema…

Que al final de todo, terminan siendo tuyas mis letras.

Amén

lunes, 11 de febrero de 2008

Apariciones

Vienes y te vas, confundida palomilla ante la luz electrizante que un ocaso nos vio enredarnos, más tarde otro de ellos nos hizo presos y te fuiste corriendo para no entretener más tu boca del dolo de querer borrar una imagen en tu boca concebida por otro viajero libélula que te ha dejado.
No puedo saber el llanto llano silencioso de tu último encuentro... Más te vas y huyes de que pronto descubra el misterio que los arrayanes cuidan esa huella maligna que te acosa sin ser mi lengua viperina quien se lleve con una ola aquél amor añejo del cuál sigues escondida.

En el sueño roto del hada
ahorcada pendiendo de un árbol
como péndulo se balancea sin movimiento
en la aldea seca de árboles enverdecidos
con hojas obscuras y brillantes de su mirada…

Tus alas caídas de recorrer tantos templos
emociones te amarran al unísono de la flauta
dejando rastro en un bosque de perlas
evadiendo la realidad del rosado de tus labios…

Desapareciendo tu silueta en la mañana…

Recordando que tus prontas manecillas tienen prisa…

Absorbiendo el calor de tus piernas enardecidas…

Y no te encuentro en el tipi tipi de mi lluvia.

La marca de tus dedos en mi espalda
es igual al ritmo de tu voz incandescente en mi oído
aún cuando adviertes miedo y peligro
tus manos han sido ese leño de esta noche estrellada

Aún cuando no veo y no siento tu espera

Aún cuando volteo y te veo gravada en mi tierra…

Así es cuando siento sentirte latiendo traspasando
levemente mi voz de océano…

Recostada sobre mi pecho de hiedra…

Cuando colocas tus párpados soñando mi sueño
donde un sonido arrulla y vigila tu silencio.

Vas plantando una orquídea roja en mi boca
siendo un misterio de contenerte y salir corriendo
cuando el roce de tu rostro se pierde en mi niebla
arrastrándote por debajo de mi sentido opacado y ciego…

Escribo peldaños en letras para robarte un beso
succionar el veneno que un año atrás de un día eres víctima
y regalarte una espina del rosal enternecido
para crear con mi trino de ave viajera el carmín de tu rosa…

Enterrando mi corazón entintado al tallo de tu aventura.

Cierro un atardecer mientras te beso dormida
los maitines en mi vida se cierran en tu laberinto:

Ven y vete tres veces tres con el agua de mis raíces
te pierdo y te recupero en la zozobra de un fugaz encuentro
y te sigo viendo y te sigo despidiendo sin hallarte a mi lado
perdiendo la rapidez de tu río con desembocadura delta mi delirio

y son delirios en mi cabeza de lirios tras tu partida
en un invierno lloviente estremecido de quererme lejos

mientras sordo me quedo cerca…

Haz del aroma de tus uñas mi prisión blanca
marfil de los incisivos en mi cuello
clava tu pulgar en mis llagas
y saborea lentamente la proximidad de mi cuerpo…

Ajeno pordiosero al tuyo
bifurcado río europeo mi piel en llamas
cuando confundida te sientes lejana negando mi boca
que aturdida llega de saber que pudo estar en la tuya…

Anida tus alas de hada en mis brazos
corta la soga atenida a la rama
y haré de mis ojos tu alimento
metiendo tu brasa a mi garganta…

Regresa en las tardes empedradas
colmando con millares de trazos celestiales
dibujando en el húmedo jardín la crucifixión de mi existencia
clavándome a tu cruz que un par de noches tus labios fueron madera.

No te detengas…

domingo, 10 de febrero de 2008

Elemento del hombre

Sólo un día despiertas y ves que no sólo todo ha terminado, sino que ni siquiera empezó...
Dejémonos de cursilerías, dejémonos de miel del corazón... Somos partidiarios de la razón mientras sometemos el cariño... Seres naturales que han desechado el sentimiento, sin saber que donde gobierna corazón, es absurdo dejar ue reine la razón, pues la razón, nunca será amigo del alma.

Se provocan los torrentes en las aguas
los cielos se cubren de rojo
se parte la tierra y rompe raíces
detona el fuego guardado en tu cálida boca…

En los elementos encontramos nuestra vida…

Encontramos nuestra muerte…

El amor y el miedo el peor de los males
El amor y el miedo dueños de nuestros sentidos…

Hay veces que uno se defiende más callando…

Las palabras son torpes en la pasión de una mirada

En la tormenta de un fuego
en la helada de una primavera
en el incendio de un verano
en la lluvia de un otoño…

Y así van sucediendo pretenciosas las palabras…

Como gotas de lluvia ácida que surcan nuestra vida…

Como un par de flamas que carbonizan nuestras hojas…

Como un par de flores en un invierno abandonado…

Y como esos aires de grandeza ahogadas en el fuego…

Dando vida a la razón apartando al corazón…

Qué sería de prometeo si él no hubiera sucumbido
a la promesa de la razón y la técnica del hombre…

Donde la praxis nos lleva a un mundo venidero
de artefactos innecesarios que someten lo práctico…

Que se vuelan en los papalotes de los niños…

A que un rayo llegue y los parte…

A que un sol nuevo venga y nos incinere…

En la sombra que emana una montaña de elementos…

Con sus dotes puestos en las estaciones que nos labran
que nos dicen al oído… No te caigas…

Pero arrástrate para que pueda levantarte…

Luego nos acusa la acuciosa agua
el viento revolcándose en los recovecos
llevándose lo que hay en nuestra alma…
Después el fuego nos esclaviza
y nos dejamos atar a su antojo toda una vida…
La tierra sólo sigue produciendo semillas
que germinarán hombres y mujeres con la misma condena…

Y esa es la verdad de la significación de los elementos…

Esa es la podredumbre que habita en cada uno…

Somos seres en decadencia que siguen viviendo
con la mera curiosidad de ver qué pasará mañana…
Pero el mañana sigue viniendo…
Y lo que es de ayer… Ya nada queda…

Hay veces que ni siquiera empieza.

Palabras...

Una persona amó y fue su infierno, la otra nunca lo hizo y fue su condena...
Dejando a un lado el corazón, esto está escrito con la razón de una plática entre líneas, de saber que eres todo... Pero eres nada.
Así desenmascaro la verdad contenida en actos que llevan a un: "Nadie me ha llenado... No me llenas".

Una palabra no basta…

Decadencia, inseguridad…

Insatisfacción sexual…

¿Qué hace que el mundo se mueva?

Una palabra no basta, repito…

No se llena un anillo
ni con todas las aguas de los ríos
ni con todas las estrellas como racimos
aún con las flores de campos marchitos…

Se intenta, se fracasa
se quiebra, se enyesa
sólo es tomar el aliento
sólo es decir la última palabra…

Hasta cuándo, uno se pregunta:

¿Volamos?
¿Hay magia?
¿Nos tiramos y pataleamos?
¿Será cosa de niños aventar el tablero
aún cuando se está en pleno juego?

¿Por qué será más fácil destruir la confianza
que incluso adquirirla?

La levedad de un beso en juramento
es más débil que el poder de un acto
que la garra de una palabra atada a la mirada
cuando se ven… Ya no se reconocen…

… Y se hace nada…

Una máscara para el rostro avergonzado quiero
una palabra vehemente que rompa el hielo
que de un error fue creado…

Sólo se pasan malos momentos…

…Van siendo destrozados como esa gota perforando
constante, sin piedad, a la más dura roca…

…Y a nadie le interesa…
Especialista en las palabras
pero un fracaso en los hechos…

Si pudiera una palabra devolvérmela…

Creando una red de actos sinceros
aún en la mentira de la palabra
acechadora araña que ni es necesario pronunciarla

y sólo es eso…

Palabras…

Si lo que pensamos es lo que somos…
En dónde está la lógica de nuestros actos…
en dónde busco ahora la praxis de mis palabras…

Palabras…
Palabras…
Palabras…

Ordenando y alternando frases complejas
de qué sirve tanta literatura
tanta filosofía
tantos idiomas
tantos besos…

Un amor juvenilmente anciano
eterna llama como si resplandeciera cada día…

Mientras se olvida de su pasado:

cometiendo los mismos errores
o peor aún, agraviarlos
diciendo las mismas palabras…
Peor aún, con sentido.

Una palabra sin su acto…
En la novena temporada…
Desenlace… Su pronto no retorno…
Quién sabe…

Una palabra vale más que un beso…
Un acto vale más que una palabra…
Una imagen duele más que el frío en un corazón
que haya dejado de creer por nada y todo…

Y sólo es eso… Un “lo siento”…
Sin ser promesa… Sin ser acto…
Es una lágrima envuelta en el silencio de errante paso.