martes, 30 de noviembre de 2010


Voy a dejarme de chingaderas, de hablar bonito, cursi, adolorido y todas las maadas que he venido haciendo en los últimos textos, seré bien neta, a cambio. La situación es que realmente me siento de la verga. Tanto pinche estudio: que si la filosofía, que la tanatología, las letras... Haber hecho cosas que muchos pueden sólo soñar, desde escribir una antología de poemas hasta la publicación de cuentos y artículos... Se resume en una gran y reverenda mamada. Cuando muera qué carajos me llevo. Mejor aún, con todo el conocimiento que mi cerebro posee, no sólo de información académica, sino de vida... y no he aprendido un pito. Sigo cometiendo los mismos pinches errores y los sigo sufriendo, no sólo igual, sino hasta peor. No es uno de esos reclamos a la vida o a Dios, las cosas que hoy por hoy tengo, es porque me he pasado de cabrón y de pendejo.
Hoy, al verme al espejo mientras lloraba cual quinceañera dejada, en la cama, tras cinco benditas horas de pura lágrima, que si el amor, que si mi vida, que no más no tengo ni para mis pinches cigarros, porque a parte tengo deudas hasta el putísimo cuello, me declaro en total quiebre existencial, donde dejé de llorar para reírme a carcajadas por este maldito sarcasmo e ironía de la vida.
Ahorita en este momento me encendí un puro de vainilla hecho a mano, de hoja cubana, de 12.5cm que me costó 250 pesos,y un vino tinto Marqués del Riscal, con un valor de 350 pesos. Que si bien los guardaba para una ocasión como aquellas que tuve a mediados de año, hoy me lo fumo y me lo bebo porque mandé todo a la chingada. Y no saben el gusto que me da poder decir, me gasté parte del dinero en vicios que nada me dejan, más que un enorme hueco en el bolsillo que me sabe a gloria porque me río de esto que estoy escribiendo.
Uno pasa años sintiéndose muy cabrón, que si fui el mejor promedio, que si me ofrecen una beca para Edimburgo, que si rechazo una dirección editorial de la mejor revista del mundo. Al final, nada tengo. Tanto buscar el reconocimiento... pero la neta es que sin poder compartirlo, la neta, ps me lo chingo solo. Con todo gusto digo esto, porque en algún momento debe parar este dolor, no será mañana, ni pasado... Hoy llegué al punto en que me quedé tirado en el baño. Entre el amor y mi vida, vista en retrospectiva... aprendo que nada será suficiente. Lo único seguro es la muerte, pero como el cabrón de mi hermano ya se mató, pues me niega el derecho a realizarlo porque para colmo tengo un pinche corazón tan grande y tan absurdo, que no se atrevería a realizar ese acto para que no sufran quienes me aman. Que si bien son pocos, los hay.
Además, lo más hilarante hoy: buscaron varias amistades, durante la tarde, buscando consuelo en mí, porque la vida les pintó huevos y no saben qué hacer... Y ni uno de ellos, supo lo mal que me siento. No es reclamo, siempre es rico ayudar al amigo que las tiene peor que uno. Si al menos me tragara la mitad de las estupideces que les ayudaron a sonreír y a decir: va, con la mirada al frente, te lo prometo, mi Set; sería un hombre grande.
Pero no, aquí estoy caracoleando entreteniendo al lector para que diga: no mames, me ha pasado... sí ¡a huevo! No soy el único imbécil que le tocó madrazos durísimo este año. Este año amé, lloré, rogué, mandé a la chingada, trabajé, disfruté, perdí, como en ningún otro año. Y no fui el único baboso que pasó por esto. Soy humano, con todas sus perversiones y defectos.
Hay aún quienes no creen que un amor me haya derrumbado, hay quienes creen que no es posible que no tenga chamba, hay quienes me dicen papá Set, porque les digo las cosas que van a pasar antes de que sucedan... Muchos me ponen en un pedestal que ni siquiera merezco. Les digo ahora a ellos: soy humano, también siento, he cometido errores garrafales, he hecho de mi culo un papalote sólo para tener experiencia... Hoy comprendo que de nada sirve, que es una idiotez... porque los humanos... no aprendemos. Hoy me declaro en estado de crisis existencial, porque a mi puta edad, no tengo ni madres.
Lo irónico de esto, es que mañana me lavantaré, a la hora que pueda, mandaré currículums, haré llamadas, le lloraré otro rato a mi niña hermosa, me masturbaré y todavía tendré los huevos y la poca dignidad que me queda, para seguir viviendo, sonriendo al infortunio, porque todo esto es a mi manera y porque se me da la puta gana de que aún hundido me río. No, no es cosa de escritores este drama... es cosa de la vida, que algunos podamos expresarla sin miedo a la crítica, es otro pedo.
Y aquí tienen a Set Salazar, para lo que se les ofrezca.

Crónica de una despedida


Hoy me convencí que ya no soy el dueño de tu amor… ya es de alguien más, innevitablemente platicando conmigo pensabas en él. Aunque sé muy bien que nunca me olvidarás. Lo mejor de tu vida me lo llevo, tantas y tantas primeras experiencias que tuviste conmigo te marcaron. Hoy vi la cicatriz que dejé en tu piel así como tú hoy me dejaste el olor de tu mano. Pensarás después si hiciste bien en dejarme… te respondo: sí, fue lo mejor que hiciste; ahora llevarás mi recuerdo a otras sábanas, a otros cuerpos, honrarás mi memoria amando y entregándote por completo, así como lo hice yo contigo. Hoy me di cuenta de que dejaste de amarme. Me duele, pero me alegra, hoy te vi guapísima, con buen trabajo, a punto de comenzar la carrera que cambiará tu vida, y aunque siempre quise estar ahí para verte crecer, mi mayor consuelo es dejarte mejor de cómo te encontré. Sí… Nunca te voy a olvidar, tú me enseñaste amar sin límites, me arrancó una lágrima esto último que escribí… mi corazón estaba desde hace tiempo imposibilitado para sentir una pizca de emoción ante situaciones nuevas. Aquella que me volvió de concreto se casa este año… pero tú… destrozaste tanto mi espíritu que sólo me queda ahora sonreírte y desearte lo mejor. Entender lo que tanto me insistías, de que tú no cabías en mi vida, que debía estar con alguien en la misma sintonía que yo… Sí… tú apenas te formas… y yo me volví un lobo… cuando quise cambiar, contigo, fue muy tarde. Pero este cambio que dejaste en mí es irreversible, hiciste de mí un hombre mejor, que ama, que sueña, que quiere tener familia un día, vivir con su pareja… nos quedamos muy cerca de lograrlo juntos. No importa, lo que nos hayamos dicho, hoy queda en el olvido. Te mereces lo mejor, lograste que un ciego viera todos los luceros que el sol regala en su crepúsculo, alcanzaste tocar fibras en mi corazón que se guardaban celosas y vírgenes. Después de ti… estoy listo… no por ahora… pero vendrán cosas más grandes en mi vida que podré un día compartirlo con alguien más. Seas o no tú, más adelante, sea otra… Estoy en una época de crisis, donde crezco, donde reflexiono todo lo que aconteció en mi vida hasta antes de ti. Marcaste una era, marcaste mi vida emocional, y tu nombre lo llevaré tatuado, aunque ame a otra persona, aunque ames a otras… amor como el que tuvimos, sabemos que nada ni nadie podrá igualarlo, nos amamos de manera distinta, inusual… Te casarás un día, yo también, quizás no, mi destino parece ser que se traza en los ácidos caminos de la soltería eterna, pero aunque rehagamos nuestras vidas, nos recordaremos algunas noches… ninguna historia de amor que nos acontezca después, se pondrá al nivel de este amor fugaz, de instantes, de momentos casi celestiales… Dios cómo te amo… lo digo llorando de rabia por no tenerte, porque nuestras felicidades hoy toman otros caminos, paralelos, bidimensionales, donde sólo en la memoria podrían cruzar, pero sin tocarnos de nuevo.
Ve, mi amada, ve y vuela a donde jamás podamos alcanzarnos de nuevo, ve y vuela, sonríe… No puedo dejarte ir aún… pero es bueno saber que ya abriste tus alas… yo tomaré mi tiempo, no te preocupes más por mí, la vida volverá a reír conmigo.
Te amo, muchísimo… fuiste lo mejor, y me duele mucho, amor, mucho que tuvieras que dejarme… aún no soporto esta pena. Pero has de saber que caigo con la cara al sol, porque contigo me sentí amado, pleno… antes de terminar esta carta me quebré totalmente. Supongo que ya no tengo más que decir… Así que aquí te dejo un beso, el mismo que me negaste al final, antes de que el tren y el tiempo te arrancaran de mis brazos... te lo dejo en lo más profundo… porque después de mí… no encontrarás a alguien que te ame como yo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Luna nueva


Salir…
Dar vueltas…
Alguien me ha robado la luna

Perdí mi brújula nocturna,
Mis pies se dirigen a ti
Pero ya no estás.

Mis ojos están vacíos…
Dónde estás para llenarlos;
Mi luna se ha perdido.

El cielo me llama,
Susurra tu nombre,
Miro arriba…
La luna ya no está

Dime quién ahora
Me recuperará la luna…
Mi luna ya no está

Recojo del camino
Las promesas de amor
Que alumbraron los senderos
Cuando iba a tu casa

Ayer te fuiste…
Y te llevaste la luna…
No hay nadie que llene mis ojos.

Te fuiste con la luna,
Y camino a tu casa…
Pero ya no sé cómo llegar;

Busco mi dirección a ciegas,
Ya no hay luna
Ni tú
Para indicarme el camino

A casa, a ti…

Ayer te fuiste…
Y te llevaste la luna

Aprendo a vivir sin verlas
Pero sin acostumbrarme

Ayer se me perdió la luna
Y te despediste de mí.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Cinco recuerdos

Te devuelvo las promesas... Me quedo con tu recuerdo.

I


En tus labios llevas
El último beso
De amor verdadero…

Después de mí…

Nada

Te sabrá igual.

II


Coloqué diamantes
Debajo de tu piel

Cuando él los tome

O quien sea…

Se estará quedando
Con lo mejor de mí

Tú.

III


Me escucharás
En cada verso ajeno

En cada palabra con amor
Cuando amanezcas a su lado

Y no me marcarás
Ni llamarás mi puerta

Sólo me dormiré
Bajo las sábanas de tu recuerdo

Donde ahogarás tu llanto,
Mientras me escuchas…
Sin tener la necesidad de hablar.

IV


Dejé rosas rojas
En tu olfato

Rosas rojas
Y tabaco

Tan suave para acariciarte
Los días de calor
Tan intenso
Para acompañarte
En días de frío

Siempre te cuidaré…

V


Nunca nos olvidaremos

Eres feliz con él…
Sí…
Me duele aceptarlo…

Pero aún en tu felicidad
Hay imágenes en tu memoria
Y en la mía…

Que antes de amarlo
Me verás reflejado
Por todo lo que dejé en ti…

Mi alma
Lo mejor de mi ser…

Y te quedas con el pedazo de alma

Que no podrás arrancar de ti.

Adiós amor, hasta aquí llega tu Set. Te amo.

martes, 23 de noviembre de 2010

Volver a nacer

No quiero verte
Lo deseo, sí…
Cómo no desear
Tenerte por última vez
Estrechada en mis brazos

Cómo no darte un último beso
Para que no me olvides
Para que arrepientas el camino…
Mi ser no se conforma
Con haberte perdido;
Ya no te quiero

No quiero verte

No quiero que me veas así
Destrozado
Derrotado
Casi dejándome ir con la nada

Quisiera ser niño de nuevo,
Volver aprender cómo amar
Tomarte de la mano
Con inocencia
Sin esperar,
Sólo tomarte de la mano
Sentirme seguro de nuevo

No quiero verte

Eso significaría
Llorar y llorar con más fuerza
Cuando necesito sonreír

No quiero verte

No quiero que me hables de él
No quiero saber que tu vida
Sigue igual de alegre
Que la trova es una mierda
Y que el mundo no se detiene

No quiero verte

No puedo, no lo necesito
Quizá después tenga la fuerza
Y reúna el valor necesario
Para mirarte a los ojos
Y decirte que todo está bien,
Que mi vida se acomodó
De tal forma que comprendo
Y entiendo este mundo;
Pero por el momento no puedo
Por el momento alguien canta

No quiero verte

Verte de nuevo significa
Sentir el aroma de otro
Que no soy yo
En tu cuerpo tan mío,
Verte de nuevo significa
Abandonar mis sentidos,
Saber que ya no seremos,
Que acariciaré los hijos
Que debieron ser míos
A ti, mi esposa
Que estará encinta de otro…

No, no quiero verte

Quizá en otra vida
Podremos estar juntos,
Y volver a comenzar
Tomarnos como niños
Respirarnos de nuevo
Vernos a la cara
Decirnos te amo…

Pero en esta ya no puede ser
En esta… caracoleo enmimismado
Susurrando tu nombre
Hasta que me canse de hacerlo

Hasta ser niño de nuevo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Diez consejos para olvidar


Caminando por los bares de la ciudad, brindando con extraños, desde la señora con cuatro divorcios hasta alguien por casarse, me dijeron varios métodos para permitir al olvido apropiarse de mi mente y suturar la herida que deja cualquier amor en pena.
Hay unas que me hicieron sonreír, otras que sólo lamenté el haber preguntado, pero entre estas entrevistas les expongo a continuación las que juraron ser infalibles:

1.- Agárrate una peda de un mes de corrido, en estas fechas las fiestas apremian para empezar un preGuadalupe-Reyes. Toma tanto hasta que ya te valga madre el por qué andas chupando, apaga o regala o pide que te retiren el celular. Después, cuando te canses de tener la boca hedionda y el cuerpo apestoso de tequila, entonces sí, tira sus cosas y sigue con tu vida. Ese remedio me ayudó, porque después encontré a la chica, a tu lado, con quien me caso el próximo año.
Leonardo Nava (escritor y publicista)

2.- Mira mi Set, yo digo que te calmes, respires, tomes la agenda o veas tus contactos del celular y le marques a la amiga más vale madre que tengas. Explica tu situación y proponle un sexo desenfrenado y sin complicaciones sentimentales. Luego de encontrar quien acepte, tomas unos billetes y te lanzas a la tienda por unos cigarros y unas buenas cervezas o vino. Ve después por unos condones a la tienda y regresa a tu casa a esperarla. No hables de quien te dejó, en cuanto llegue la susodicha, pónganse ebrios y dense un encerrón de fin de semana, repite esto durante un mes, si aún así piensas en quien te dejó, pues continúa hasta que digas: chingue su madre, ya, a la verga, no va a volver. Llámame después para saber cómo te fue.
Alejandra Gómez (ginecóloga)

3.- Calma, hombre, tienes 27 años, eres un jovencito no feo y súper chido, así que más te vale la superes porque no te quiero de amargado, cómo puedes hacerlo… sencillo. Pídele disculpas, llora y luego siéntate a que se te pase. Ya, a la chingada. Las personas en este mundo no son seguras, así que ni te acongojes ni te achicopales, porque peces en el mar hay un chingo. Total, esta vida sólo es una, es corta y es una mamada que estemos aquí para sufrir. Claro, también puedes coger y coger hasta que se te caiga el pito, es más divertido e igual de efectivo.
Teresa Garduño (poeta, media loca y trovadora)

4.- Pues yo digo que chupemos y veamos qué pasa (risas), es broma, el mejor remedio para olvidar es el tiempo y que la vida te ponga una vieja igual o más chingona que aquella por quien lloras, sino llega y te mandan una hija de su pinche madre, pues ni pedo, porque al menos llorarás por ella, ya no por la otra. Total, a la tuya ya se la ha de estar chingando otro cabrón, así que haz lo propio y no te me dejes caer.
Laura (mujer abandonada y con un hijo por “uno de mi especie”)

5.- No pues… puedes sonreír ante la adversidad, la vida es bella y no vale la pena andar llorando por otras personas que ya ni al caso, si te amara, estaría contigo, ya no te ama, ya no lo está, así que ni modo, ya llegará, mientras espera, espera y espera y sonríe sonríe ante la vida. Puedo darte mil besos… (risas).
Lizzania González (ingeniera industrial y de sistemas)

6.- Aguántese y sufra como los hombres, en silencio, salgamos a distraernos y liguemos a unas chicas, sacamos unos fones y vemos qué pasa. A mi gorda no la dejo, la neta, pero pues la última antes de ella me dejó igual de chillón que tú. ¿Sabes qué hice? Me valió madres la vida hasta que encontré a mi gorda y ahora vivo feliz. Mi consejo, consíguete una vieja que te quiera cabrón ¡ya para de mamar!
Miguel Delgado (empresario)

7.- A veces pasa, mi tina, echemos desmadre como antes y después consíguete una mejor cuando la superes. Nadie olvida, sólo te dan con el tiempo lo mismo. Puedes dejar de marcarle y ocuparte en otras cosas, enfocar tu creatividad en otras cosas, porque tienes un chingo, y ya, de ahí cuando sientas estar listo, ahí estaré para dar el VoBo. Aunque la neta la última me gustaba para ti, pero como dicen: “cuando es para ti, aunque te quites, cuando no lo es, aunque te pongas”.
Berenice Garfias (psicóloga)

8.- Ay Set, chinga tu madre ¿te acuerdas lo que me hiciste? (risas) Yo te superé poniéndome unas de campeonato, luego me encontré con otro igual que tú y dejé de llorar por ti… Luego te busqué y me mandaste directito a la… allá donde Dios pasó de espaldas, y ps con el tiempo… sólo el tiempo mi Set. Después me sirvió ser tu amiga y ya entonces continué con la mía. Ya te tocaba pagar, cabrón ;).
Sairi Gutierrez (administradora)

9.- Pues en mis cuatro divorcios… te puedo decir que nada mejor que el tiempo. Un clavo no sacará a otro clavo, diviértete, sal, habla de ella hasta que ya… hasta que tú mismo te des hueva. Mantén también una actitud positiva ante la vida, tú atraes las cosas buenas y malas, si sigues pensando en ella y lamentando tu pobrecita existencia sólo atraerás personas pobres que nada aportarán a tu vida.
Gabriela Cortés (maestra)

10.- Consiéntete, no hables con ella, que ella diga y hable que eres lo peor, o lo mejor, no des importancia; ya luego vas a ver venir a una vieja que te moverá todo. No compares… no se te ocurra, ocúpate en algo más por lo mientras. También puedes volverte gay (risas), pero no, no mames, los hombres somos peores… no, fuera de broma… sólo vive, espera sin esperar nada de nadie… habrá quien te lo dé todo sin pedirte la verdad. Tiempo mi hermano, tiempo.
Carlos Gallardo (bohemio, moto y huevón)

Pues hasta aquí la lista de las que me hicieron reír, algunas aplicables, otras no tanto. Intenté poner todo casi preciso de lo que me dijeron. Fue interesante preguntar y platicar con conocidos y extraños. Mis conclusiones… pues… he de empezar por disculparme como lo hice con la chica Sairi, luego he de tomar la recomendación de Nava; después seguiré con la de lizz y con la recomendación de la maestra, combinados con un poco del consejo de Carlos. Terminando con buscar algo de las otras recomendaciones hasta tener a la buena. Pero para atinarle… En fin, espero se diviertan con el sufrimiento de otros, tanto como con el mío, de decir: “che wey ardido”; sólo quiero que ustedes mis lectores se sientan identificados y que sepan que no son los únicos que viven, aman o lloran.

Cuatro pasos para olvidar


Olvidarte con todas sus consecuencias tiene varios significados; es un viaje directo a sacarte de cada pensamiento, succionar el veneno de los besos dados y los que faltaron. Olvidarte resulta la cruz más pesada que llevo a cuestas, olvidarte hasta que se me olvide que debo hacerlo.
Pasar primero por los tallos espinosos de mi pasado, levantar el teléfono y ofrecer disculpas, espero mentadas y malos tratos, pero considero que si debo de empezar por algún lado en esta tarea que me doy, será este un buen comienzo. Cerrar ciclos, vienen a la memoria una larga lista de soles caídos, de llamadas en la madrugada donde me vi hace unos días. No es lo mismo llorar a que te lloren, hoy lo entiendo.
El siguiente paso será escribir de ti hasta que ya pierda sentido realizarlo; con todo lo que esto implica, desde el escribir anécdotas hasta escribir ficciones al punto que se confundan, no quiero que sepas de mi realidad, sólo necesito lograr que te dé tanto coraje el haberme tenido para no alcanzar el odio, quiero ser para ti indiferente, no importarte, que la boca ajena borre mis huellas de los tuyos, deseo ferviente ser arrojado a tu vacío, donde si tropezamos en la calle no podamos reconocernos.
Lo que vendrá después será negar tu existencia, que lo sucedido fue un sueño que se olvida al pasar el día. Rechazar la idea que te esperé, la idea de que estuvimos juntos. En este transcurso cambiaré mi residencia, cambiar de número, te lloraré hasta reventarme, hasta que las sales de mi llanto se lleven el rastro de ti en mi cuerpo, hasta sentir que ya no deseo ni siquiera tu bienestar. Que la espada enterrada en mi pecho me atraviese por completo, sentarme y esperar que pases al sitio donde escondo las historias de mis viejos amores, donde dejas de ser mi diosa, donde sólo seas otra más.
Ya el sol brillará después, la siguiente etapa será volver a salir con otras personas ya después sí estaré listo para tropezar contigo y verte sin sentir nada más que un ligero recuerdo que me haga sonreír… y pasarte de largo.
Cuatro pasos me propongo de aquí hasta lograr que no quieras saber de mí, hasta que me olvides para poder olvidarte más fácil. No te mentí, siempre te amé, fui claro y transparente, eso no fue suficiente, entonces mentiré de mí y de ti hasta que no sepas cuál es la verdad que se oculta en mi vida. Cuatro pasos son los que necesito para seguir mi vuelo, arreglar mis alas, volar a otro sol, alzar la mirada, el puño, llenarme de luz, salir de la obscuridad y derramarme en el cielo; caeré como lluvia ácida, correré por la mundanidad de las ciudades hasta limpiarme, hasta que un nuevo sol me levante, me purifique y vuelva a ser bebido de nuevo.

domingo, 21 de noviembre de 2010

El puerto


“Y el mar murmura en su lenguaje: maldito pescador, despídete de ella, no pienso compartir su corazón”. Mecano

Volví del mar cubierto de sal
Y de coral
Me volví una ola estando en la playa
Constante, húmedo, fugaz…

Así es amar, querida mía…
Así es amar con el alma mutilada,
En la esperanza que se alimenta
De sí misma
Con esperanza que se vive
Desesperanzada
Esperando que el sol vuelva a sonreír…
Ya no puedo hundirme más
Ayer toqué arena abismal.

EL profundo azul del océano
Me absorbió por completo
Soy del mar
Soy viajero
Un judío errante
Una sombra
Quizá también un silencio…

Muestro ahora una pausa
Donde navego con mi velero
Por el mar abierto de la nada
Sin tierra firme que se entregue a la mirada.

Mi vida es un barco
Que se detiene a veces en los puertos…
Pero al igual que el barco zarpa
Mi vida debe seguir su curso…

A veces te canto
A veces sólo te contemplo:
Como un marino que detiene su labor
Para observar el mar
Como una gaviota perdida
Sobre el mástil de la vela.

Mis sentimientos en adelante
Sólo se entenderán si cuento nuestra historia…
Pero prefiero callarla
Es una de esas tragedias que se cuentan
En las cantinas de los malecones
Donde siempre hay muertos
O desaparecidos…

Tu historia fue la de dos amores
Donde uno fue tragado por el mar…
Y donde el otro se quedó varado
Sobre la playa esperando eterno
Que se la pudiera regresar.

Volveré camino al mar
Mar de mi vida
Amainando la pena
Del eterno viajero
Que no encontrará su hogar.

Del olvido


Alguien advirtió sobre ti: su edad, su belleza, su amor, harán que pierdas la cabeza, ella necesita vivir y tú la estás haciendo vivir, se irá de tu lado no sin antes hacerte vivir lo mejor de tu vida, luego te destrozará sin querer hacerlo, le gustará tanto vivir que te dejará por su vida, por probar, creyendo que debe seguir su camino sin ti. Sabrás de ella que te deja por alguien más, más experimentado, porque tú le hiciste saber que los hombres más grandes saben mejor, son más interesantes y más protectores. Tú se lo diste, pero ella necesitará más. Hoy sé que me toca perder, mucho tiempo estuve en tu lugar, haciendo de las mías, transitas caminos por los que anduve ya, y sólo pienso en el daño que hice que ahora me regresa… contigo, sólo contigo podía pasar eso.
Ayer me rompí suplicando que volvieras, que hace falta el aire, que mi cuarto es pequeño, que siento asfixiarme en un frasco que es donde te escribo. Todo es verdad, te necesito. Ahora sé que llegué muy pronto a tu vida, tú muy tarde a la mía… dos años atrás o dos años después pudimos haber sido el uno para el otro; es culpa mía, lo acepto, te hice vivir e hice sentirte la mujer más bella, te di más valor que el pudieras soportar… mi pecado y mi error fue amarte tanto en tan poco tiempo que sólo te dejé la opción de separarte par probar suerte en otro lado… después de mí… lo tienes todo.
Ayer tenía que llamarte para llorar tu partida, decirte que no puedo levantar la cabeza, que me duele tanto tu ausencia, las memorias fotografiadas de amarnos todo el tiempo… trato de no dejarme vencer, cayendo sobre otras manos y otros labios donde siempre te beso, siempre te veo. Reconocerte en el valle de sombras, lamer tu vientre que son de otras. He bebido amargamente a trago continuo, donde el infierno de mi mente de saberte en otros brazos, regalando tu olor, se confunde con la levedad de mi insoportable existencia.
No volverás, lo sé… nos hemos encargado de que así sea… lo peor viene cuando sigo esperando tus llamadas y sigo esperando que el viento te traiga a mi puerta con una sonrisa que me invite de nuevo a tu alma. Pero nada pasa, sólo el viento llega sin traerte, ni tu olor, ni tu esencia… aún las paredes me ensordecen con el encanto de tu risa y de la euforia mientras gritabas amarme como a nadie.
Durante la tarde, agobiado por el sentimiento me recosté sobre la cama, sentí que una mujer me abrigó, sentí miedo… alcancé a ver su rostro, el mismo de la muerte, blanca, cabello negro, casi como tú, pero distinta, su mano fría y sus ojos perdidos hicieron que apretara los puños… casi termino conmigo en un arrebato de dolor… los momentos contigo me devolvieron el aliento y me dejaron dormido, noqueado… casi fallecido.
Soy ahora la gota que derrama tu vaso, un payaso sin risas, un zapato roto, una foto gris y un ave sin vuelo. Cómo recordarás todo lo que hice cuando pase el tiempo… qué sentirás cuando alguien te escriba y te hable de la forma en que yo hice, cuando alguien arregle un mundo para dos sólo por el gusto de tenerte en la casa… Qué pensarás después de mí, qué les dirás a los hijos que no serán míos, pero la pregunta que más me duele es: dime qué hago sin ti…

viernes, 19 de noviembre de 2010

Lluvia de noviembre


Dedicado a ti, mi mejor amiga, mi ex novia, mi mejor amante… sólo a ti, te doy un aplauso, porque tardé en darme cuenta lo que hacías, dejándome probar la cucharada de mi propia medicina.

La fría lluvia de noviembre me tomó por sorpresa mientras lloraba mi derrota… pero cada una de tus palabras, me encendieron tanto que mi cuerpo se cubrió de llamas, la mirada de fuego, mi boca llena de cenizas. He fumado al grado de que mi boca ahora se encuentra rota; pronuncié tanto tu nombre que marchitó la lengua, rasguñé todo mi cuerpo hasta sacarme el rastro de espinas que dejaste con tus caricias, luego las flamas hicieron lo suyo, calcinaron los caminos recorridos por tus dedos.
Y fui deambulando como gato de azotea por los techos de mi casa, callado, atento, invocando a la muerte, sacudiendo la locura, fundiéndome con la noche, con el frío de noviembre, con su lluvia… y seguí ardiendo. Viniste como lluvia de verano, tomaste tu camino con la lluvia de invierno. Hay algo especial en este tipo de clima a estas alturas del año, son inusuales, nostálgicas, y sientes que el frío moja las sábanas aún después de seco. Pero este tipo de lluvia no bastó para calmar mi rabia, mi decepción y lamento. Por el contrario, alimentaba las ganas de seguir explotando, recordando cada palabra de amor, cada omisión, las acciones nefastas de irme lanzando dardos por la espalda, hasta que caí en el fondo del colchón, del piso de mi baño azotado por el recuerdo y el deseo de no querer soltarte. Cada una de tus locuras, euforias, gritos, reclamos, risas, abrazos, besos, sexo, historias, pasiones, arrebatos, visitas, llamadas, pláticas, comprensiones, lágrimas, canciones, cuentos… se lanzaron al abismo aquella noche en el Puerto de Veracruz, donde supe que estabas con él, que no es tu amigo, ni tu esposo, pero tú sí la amante.
Tomé todas tus cartas, los objetos olvidados en mi casa, y al ritmo del “claro de luna” las puse en una botella que fue tragada por el mar. Esa noche dejé de ser tuyo, esa noche fui del olvido; entre a un bar para beberme los besos salados que le dabas a él esa noche, hice lo propio con una desconocida que se portó como una dama, y como tal la traté al llegar al hotel. Me deshice de ti por un instante mientras observaba cómo nadaba en mi cuerpo, haciendo cicatrizar cada una de tus heridas, luego se marchó llamándome “caballero”. Me paré de la cama, me dirigí al espejo, lancé mi puño contra el reflejo, llorando, con el alma a la mitad, con el espíritu deshecho. Cuando llegué a la ciudad, ya faltaba algo, y me volví de sal y de coral, aún alcancé escuchar al mar gritarme una blasfemia ¿quién carajo quiere las sobras de un amor? Sin voltear atrás, seguí mi camino. Tú servida en los brazos de otro, casado, con hijo, hoy lloro por ti, hoy te amo, pero mañana me recupero, mañana levanto los pedazos de carne que dejé en el suelo de tanto caminar de lado a lado mientras sabía de todo lo que hiciste sin yo estar enterado. Las verdades cayeron como cuchillos a la cabeza, quise pegarme un tiro en ese momento ¿es ésta la mujer que amo? Preguntaba constantemente mientras las sales cerraban los besos quebrados en la almohada. Ahí estaba yo, solo, sórdido… como aquél esquizofrénico en la cámara de algún psiquiátrico, que escucha voces y se tapa los oídos… te oía pero ya no entendí nada. Maldije el tiempo contigo mientras me arrastraba por el balcón, pidiendo clemencia a la vida, suplicándole que me tomara del pecho y terminara conmigo. Pero sólo tomó mi rostro de piedra, y dijo con voz profunda: “nadie que te haga llorar merece tus lágrimas, si tiras la mirada, recógela y ponla en otro lugar, yo no te mando cosas que no puedas superar, ella pierde más, ella nunca será la única en la vida de él… tu caso no correrá la misma suerte, pero sino pasas esto cómo valorarás, tenías que pagar todo el daño que hiciste, ya no me debes nada, te dejaré en paz… ella también lo hará”. Me dejó caer, troné mis tobillos y seguí con mi vida. Hace un día de tu partida, y ya comienzo a sentirte como si nunca hubiera existido tu cuerpo desnudo sobre la cama, ni te veo bailar, ni brindar por este amor. Las imágenes caen como ceniza al aire, esparciéndose hasta desaparecer de mi vista.
Vengo esta noche a escribirte las últimas líneas, a poner punto final a esta novela narrada al compás de las velas, a cerrar el libro y quemarlo con tu falda, con tus promesas de amor que jamás se cumplieron; hoy te las devuelvo en un cenicero. Sin sentir pena, ni rencor, ni odio, sería darte más importancia de la que mereces, para qué tratarte como princesa si gustas de ser tratada como lacaya, de qué me sirve darte mi amor en bandeja de plata si prefieres el latón, de qué me sirvió haberte amado, si iba a terminar engañado.

domingo, 7 de noviembre de 2010


Soledad:

Me gustaría que me perdones por todo lo que te he hecho pasar. Tus celos constantes y llamadas repentinas, tus visitas inesperadas… me hacen volver a caer contigo. No es que no quiera, o que me haya olvidado de ti, es simplemente que la compañía ofuscaba mi visión al punto de ignorarte. Mas siempre has estado ahí, rondando, en la espera fortuita de que alguien más me deje para volver a tus brazos siempre salados pero confortantes.
Siempre me quejé porque sólo eras tú mi amante; porque aunque estuviera con alguien, era más tuyo que de cualquier otra. Te he de confesar que hubo meses, durante este año, en que no fue así, en que creí que me había despedido de ti porque ya no tenía la necesidad de volverte a besar y acariciar con la tranquilidad y belleza de la contemplación de tu cuerpo siempre virgen. Hoy te haré mía en esta noche sin tregua, y lloraré sobre u piel hasta que te conviertas en sirena, hoy me dejaré seducir por ti porque he visto mi futuro. Tú eres mi futuro, el más áspero pero también el más seguro, el que me recuerda que no hay nadie mejor que tú… Aunque para ser franco, sí conocí a quien te supera al grado de la imaginación, el sueño y la fantasía.
Déjame morderte hasta expiar todas mis culpas y luego déjame limpiarte; romperé tu himen con toda mi desesperación y después vuelve a coserlo para que todas las noches al llegar del trabajo te viole hasta que me quede vacío. Tú… tú puedes soportarme todo con lo que he vivido, no te importa mi pasado y tampoco te pesará a la larga, sólo no permitas que me odie tanto como para romperme contigo y arrojarme al lago Estigia.
Ven, amordázame con un beso y tírame a la cama hasta la inconsciencia, hasta que olvide mi rostro, hasta que mi cuerpo me abandone. Ven todas las noches como ella venía, y ven a recordarme que existen motivos para soportarme de pie. Despiértame con el sonido de los grillos y los búhos que vigilan la noche y duérmeme con un disparo de flecha que atraviese el alma para que no alcance todo mi dolor a gritar que se apagó aquella luz que me sostenía airoso y con vida.
Soledad, firmo aquí con la sangre que me queda que me declaro tu sirviente y tu fiel amante, voy a darte todo porque mereces tenerlo, por verme reír y amar de lejos envidiando ser ella. Tu seducción ha ganado mi atención de nuevo, porque tuve que levantar la mirada y arrojarlo a otro lado, a ti… quién más sino tú que me perseguiste y acosaste durante años, que tuvimos los momentos más bellos y más dolorosos a mi corta edad de 27. Me entrego a ti como carta de un hombre a su primer amor, me entrego a ti como mensaje en una botella abandonada al mar.
Regreso al viejo pensamiento de lo que será de mí en años venideros… no lo deseo, pero es lo que tengo, es lo que hay, la tragedia griega de la cual no puedo escaparme. Alguien quiere que me derrame a los placeres infinitos del ser un lobo estepario; aún no entiendo la misión de esta mi tarea, o a lo mejor la sé pero había renunciado a ella.
Tiene tanto que no me río sinceramente que ya se me olvidó a hacerlo, pero ahora que el cielo es claro, se siente un frío sombrío que se narra en el cuento de navidad. Con la diferencia de que para mí, no cabrá el arrepentimiento, cuando cambié y la encontré, ya era muy tarde para borrar la irresponsabilidad de mis actos que se reflejó en uno de los pecados capitales que ha quebrado mi mente… y por la cual regreso a ti.