miércoles, 29 de diciembre de 2010

De las profundidades océanicas


Ayer recibí un correo de una muy querida amiga, a quien moví con el último texto. En el comentario de dicha entrada me dejó una reflexión que me ha traído dando vueltas desde que mandó sus letras. Les comparto lo siguiente:

Hace doce años, el día de mi cumpleaños 15, y meses antes de que falleciera mi hermano, tuve una fuerte experiencia de vida-muerte que jamás olvidaré. Fue el último viaje que hicimos juntos como familia, y mi padre tiene alma de aventurero.
Esa mañana salimos a montar sobre caballos, más tarde, fuimos a “esnorquelear” en roqueta; ya entrada la tarde me lancé del “sky coster”, luego fuimos a manejar motos acuáticas, después me subí al famoso “parachute” que con tanto fervor anuncian los costeños de Acapulco. Para descansar de tan ajetreado día, decidimos meternos al mar a nadar un poco. Como nos encontrábamos en el revolcadero, me estuvo enseñando cómo entrar a las olas y salir nadando con ellas… pero mientras hacíamos esta acción nos fuimos internando poco a poco al rompimiento de olas, esto es: olas de diferentes corrientes se encuentran para formar una tercera ola, más grande y fuerte, que es laque con el impulso crea varias olas pequeñas delante y atrás de ella para llegar a la playa.
Recuerdo ir caminando y observar como el mar jaló el agua, miré hacia mis pies y enseguida noté un abismo, producto del relieve marino, durante fracciones de segundos estuve parado al filo de un abismo, donde la obscuridad del mismo llevo retratado en la mente, parecía no tener fondo. Acto seguido escucho la voz de mi padre gritándome “nada, hijo, nada”, y en un parpadear estaba yo en una lucha de vida con el océano. Al principio trataba de llegar a la playa, pero casi después de 10 minutos de braceo continuo, y de sentir al mar absorbiéndome, comencé a nadar con más fuerza, casi sobrenatural con lo cansado que estaba ya desde antes… Pero el mar es inmenso y hay que tenerle respeto, me llevó a donde hace su rompimiento para formar la tercera ola del cual hablé unos párrafos atrás. Dejé de intentar llegar a la playa, ahora luchaba por llegar a la superficie, casi sentía al océano tomar mis pies y hundirme, con la cabeza arriba sólo veía como el sol se rompía en millares de estelas, mi cuerpo estaba totalmente bajo el agua. En un impulso de supervivencia, logré llegar a la superficie y gritar con lo último que tenía de aire, sin estar de acuerdo e incomunicados, mi padre hizo lo mismo, terminando su dolor pronunciando mi nombre por la desesperación de no poder salvarme. Los gritos en conjunto llegaron a dos surfistas que se deslizaban sobre sus tablas en las olas. Uno de ellos se sumergió para tomarme del pecho y por debajo del brazo para colocarme sobre la tabla. Recuerdo que por segundos, tras mi último grito, dejé de luchar, el agua salada en mi estómago, en la boca, en los ojos y el agotamiento del incesante movimiento del mar provocaron que sólo viera el blanco de las nubes cristalizadas, salinas… y de pronto todo se hizo negro. Me pusieron sobre la arena tras el rescate… y vomité toda el agua tragada. Me volví con los pies, apenas erguido, y sentí que caminé de nuevo por vez primera… Sentí el hombro de mi padre para ayudarme a caminar hasta alcanzar la palapa.
Es por eso que muchos de mis textos, de vida, amor y muerte, llevan el sello del océano… pero qué nos deja experiencias de este tipo…

La primera, que la vida y el amor son como un mar, explico lo aprendido:

Nunca trates de nadar en aguas profundas y alborotadas si no estás preparado, o estás lleno de cosas, o si estás cansado; la vida y el amor, así como lo hace el mar, te tragaran hasta que pierdas conocimiento, o hasta lograr matarte.

No siempre lo que te enseñan es para ponerlo en práctica en el momento, hay que saber esperar el momento adecuado, pero usar el aprendizaje, no dejarlo hasta que casi no te acuerdes, pues no sabes cuándo te hará falta el tener que usarlo. Lo mismo con el amor; personas llegarán a tu vida para expresar y actuar con la experiencia y lo aprendido en relaciones anteriores, aunque nunca será igual, al menos sabes cómo dejarte ir por la marea de la vida.

Trata, siempre trata de luchar, y no te des por vencido a la primera, si ves que no alcanzas la tierra y te vas hundiendo, entonces sal para echar el último grito de ayuda. En esta vida nadie la hace solo, es bueno pedir y aceptar la ayuda de otros, nunca sabes quién acudirá a tu auxilio para salvarte y brindarte un aliento más de esperanza… de vida o amor.

Tu familia, por muy mal que estén las cosas, siempre estarán a tu lado, ayudándote a caminar hasta que estés a salvo, pero también uno debe ser humilde para pedir la ayuda que se requiere, tu familia nunca te abandonará aunque sientas a veces que no te desean.

Años después, volví a tocar el agua del mar, pero la primera vez no fue sencillo, sentí un miedo difícil de explicar, sin embargo… enfrenté el miedo y pude nadar con las olas, claro está, en una bahía con oleaje tranquilo. Pero cada año que visité el mar, que lo hago cuando menos una vez al año, fui subiendo mis niveles de marea hasta el punto de perder todo el miedo. Este año, metidos en una bocanada con los amigos de la universidad, no sólo pude darles el valor y enseñarles cómo nadar en aguas agitadas, sino que los guié a través de ellas hasta parar en aguas semi-estancadas para observar peces de colores brillantes. Y aquí viene el aprendizaje de vida:

En la vida y en el amor, cuando son fuertes los miedos causados por una experiencia anterior, no tengas prisa en enfrentarlos de inmediato, lleva tu ritmo, ve poco a poco, pero ve soltándote hasta que sientas estar listo para aventurarte en aguas agresivas, porque sólo después podrás disfrutar de la belleza y los regalos de la vida. Hay que renunciar a veces a los bienes menores para lograr el bien mayor.

Pocos saben con cuantos amores he retozado, no es algo que me enorgullezca decirlo, pero hubo uno en particular que me dejó un miedo terrible para vivirme totalmente. Después de doce años, contando con la experiencia y aprendizaje de la vida, decidí aventurarme en otro amor… pero lo hice sin miedo y me entregué totalmente, como nunca lo había hecho, porque la primera vez era un novato, ahora intenté amar con maestría, con mis miedos superados, disfrutando a lo que por hoy considero como el amor de mi vida, con quien por primera vez me vi como esposo y padre, liderando una familia… y he aquí la experiencia del año: no importa qué tanta experiencia tengas en la vida y en el amor, todas las aguas, todas las personas son distintas, sabes con los años qué puedes llegar a hacer en caso de emergencias, pero nunca será suficiente, así como no sabes qué sorpresas trae el mar, no sabemos qué sorpresas traen las personas. Por momentos, sentí que me ahogaba y que ya no veía más, que mis sentidos se apagaron… por eso menciono lo que aprendí antes de gritar por auxilio, porque hubieron personas que me subieron a la tabla de la vida. Salí bien librado de esto, muy lastimado, con la sangre drenada casi por completo, pero vivo… hoy veo lo mucho que le faltaba a mi gran amor por aprender, y supe lo mucho que me falta aún si quiero dirigir. Pero a diferencia que la experiencia pasada, donde pasé 12 años lleno de miedo y sin permitirme amar por completo como lo hice esta vez, después de esta experiencia me siento listo porque supe mis límites, claro, me llevará tiempo recobrar confianza y ganas de sumergirme en otros mares, en otros amores… pero ahora, después de haber conocido a este último gran amor, es que puedo decir con una ancha sonrisa: gracias por haberme dejado amarte sin límites, porque sólo así pude conocer hasta dónde y qué puedo hacer por obtener el regalo más bello de la vida: el placer de ver miles de colores aún cuando la profundidad es obscura.
Quizás la otra persona aún no estaba lista para mí, pero no por eso deja de ser el amor más grande, es un amor distinto por el cual luché hasta el último grito de agonía, y aún con dolor te puedo decir que valió la pena, que no me arrepiento, y con gusto digo: conocí al amor de mi vida, porque ella me abrió al amor de nuevo. Sólo me falta conocer al amor en mi vida, sí, deseé tanto que fuera ella también, pero las cosas no vienen como uno las pide, sino como a uno le toca, no se trata de intentar forzando las cosas, se trata de entender su movimiento y dejarse ir, dejarse flotar, pero nada viene por sí solo, debemos aprender a hacerlo, aunque el proceso sea un tormento. Pero para concluir esto que diga, aún me queda la vida… y aún hay mucha para aprender… ya están las bases, mi querida géminis, sólo falta el buen sentido y dejar que el tiempo y la vida cierren sus ciclos para que podamos, entonces, sanar las heridas… y aventurarnos de nuevo sin miedo.

Escribiendo esto, ahora sé, sin querer, por qué a mi niña hermosa la identifiqué con el agua, quizá supe desde un principio que algo así pasaría… pero no me lo quise perder… ella llegó como lluvia de verano, se fue como un huracán, y me vi, de pronto, solo en el océano… personas como tú, mi géminis, me trajeron de vuelta. Gracias por compartirme tu experiencia, me puso a pensar y reflexionar sobre mi vida y el por qué mis acciones… y hasta mis letras. Es el mejor regalo que me dieron este año, para concluir con esta grandiosa década.

martes, 28 de diciembre de 2010

Diez años y uno más


Porque esto es lo mejor que sé ofrecer como regalo, a ti mi querido hermano que durante el día amigos y familia te recordamos con una ancha sonrisa, pisadas fuertes y gran habilidad en la parrilla, con las letras y con la cámara. Cercanos y no tan cercanos, ex novias y mejores amigos que tuviste se aproximaron a mí hoy, después de diez años y uno más para mandarme un abrazo fraternal: tu ausencia pesó más que tu presencia.
Te imagino ahora recostado en una nube, acompañado de alguien más a quien seguramente te ligaste; a veces acompañado de Fidel, otras veces de tíos y hasta de mi mejor amigo. Imagino riéndote con todas las tonterías que he hecho, y sonreír mientras dices: “pinche Ricardo”. Te llegué a ver celebrando la boda de Samuel y recibir a su primer hijo… Te he visto abrazándonos cuando estamos reunidos, y hasta he sentido tu mano cuando no encuentro consuelo en la almohada o en las letras: me acuerdo tanto de ti, de tus bromas, de tus sustos, de la loca carrera por vivir y descubrirnos demasiado a fines. Compartir nuestros poemas sin saber que ambos escribíamos, los juegos de billar y las pláticas vespertinas en Acapulco, nocturnas en tu alcoba, matinales antes de irnos a la escuela. Te extrañamos, pero parece que nunca te has ido. Lloro sonriendo mientras escribo por decir: sí, fuiste a veces muy duro conmigo, pero eso se deja atrás con todo lo que me enseñaste. Aún recuerdo aquél día que hablamos sobre la vida y la muerte, nuestra plática más profunda que nadie se enteró que tuvimos...
Todos los días, al menos una vez te veo en el suelo donde te encontré, con la mano en la pistola y yo desesperado intentando meterte los sesos con la única intención de que abrieras los ojos y sonrieras… pero tu sangre se fue derramando sobre mi pecho y mis manos hasta que los dos yacimos abrazados en el suelo largos minutos antes de que alguien se diera cuenta de que te habías ido. Pero de pronto algo pasa que ese recuerdo se tiñe de negro y sigo con mi día, aún no pasa un día sin que llegue a pronunciar tu nombre.
Ahora dime, Saúl, mi hermano, qué es más bello… esta vida o la otra… no me mal interpretes, no digo que me urja subir o que en un arrebato iré allá para alcanzarte; aunque bien sentí tu mano este año para alejarme la espada del pecho. Dime, hermano, háblame mientras duermo, cuéntame de ti, cuándo tienes planeado regresar… dime qué cosas hay allá, donde ningún vivo puede estar… escríbeme a través de las hojas otoñales acerca de la transición del cambio de mundos. O mejor dime ¿me esperarás cuando sea mi turno para ser hermanos de nuevo, mejores amigos, quizás? Porque si quieres, con gusto volvería a ser tu sangre, volvería adoptarte como mi héroe, mi admiración y como mi padre intelectual.

Frío invernal
Acusándote en la broma
De habernos dejado
Sin abandonarnos

Sigo siendo tu hermano
Sigo sintiéndote cerca
Fumándote mis cigarros
Bebiendo de mi copa

Ven a esta hora
Que hace diez años y uno más
Me separaban de tu cuerpo;
Ven y acomódame en tu hombro
Ven ahora que te encuentro
Sentado en el sillón
Sonriendo y fumando

Sombra de colores tenues
Que se difuminan
Y me rodean
Como el humo
Que entra y sale por mi boca

Hoy te respiro
Envolviéndote en una oración.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Nostalgia de la primera década X


Después de todas estas nostalgias que he venido publicando, es hora de concluir, cerrar la etapa, el ciclo y prepararnos para la próxima década. En esta que finaliza he visto amaneceres desde lo alto de una montaña; vimos caer nieve, la Aurora Boreal desde las llanuras blancas de Alaska. Se soportaron más de -25°C en el cuerpo y al final -100°C en el alma. Observé paisajes naturales más hermosos que aquellos pintados en los cuadros que cuelgan en la sala de las casas de las abuelas. He sentido el frío de inviernos y el agua de la lluvia acariciar mi rostro, llenar mi barba con escarcha y sentir húmedo mi cabello. He patinado en lagos naturales y me he albergado en lujosos hoteles, pero también en algunos que están por caerse. He caminado largos senderos, donde todo alrededor está cubierto por árboles, y he sentido que no veo ninguna dirección, me han tocado noches obscuras y espesas encontrando el camino a casa: me he perdido en bosques, en ciudades y en mis sueños. Supe lo que es estar al borde del suicidio, y sé ahora que la vida tiene cosas tan bellas que se hace difícil soltarla. He amanecido en lugares inhóspitos y he tenido aventuras que pocos pueden relatar. Caminé sobre la vida esta década con todo y lo que esto lleva.
Pero de las cosas más bellas que viví esta década se encuentran los momentos gloriosos desde el compartir una noche con vino con algún amigo y perdernos en la plática y el canto, así como rodearme de guapísimas mujeres con las que he detenido el tiempo y me he conjugado en el espacio. Risas, llanto, abrazos, besos fraternales, sexuales, amaneceres, cigarros, lecturas, poemas, cuentos inventados a la luz del amor, desveladas por platicar con quienes te aman en el momento: llevar el desayuno a la cama, escribir sobre la espalda una promesa, crear escenarios únicos, disfrutar el momento de empiernarte con alguien mientras se susurran los te amo y no te dejaré nunca… Detalles así pude sostener a lo largo de la década, cada una de mis experiencias fueron distintas con las personas: no amo igual a una o a otra persona, he amado distinto; me han ofrecido situaciones que jamás borraré de mi mente. Mi habitación hoy me relata las historias de amor más bellas de la década, todos los fantasmas se hacen presentes para gritarme al oído lo maravilloso que fue estar conmigo… desfila una larga serie de soles y lunas que se derraman en mi mesa y juegan entre mis dedos queriendo hablar por ellas mismas.
Pero también supe en esta década lo que es hacer daño y que me lloraran mares para que nunca me fuera, y también supe lo que estar en su lugar. Me considero un hombre que no sobrevive, sino que vive, que aprendió a caerse y a perder para disfrutar momentos de dicha y victoria. He logrado tocar fibras sensibles, hacer las paces conmigo y con algo más grande por sentirme en algún momento tan pequeño.
Me junté dos veces, amé tres, me abrí a toda posibilidad y rompí patrones de conducta, he sobresalido en multitudes y me volví después un ser solitario. Esta década será distinta a la que viene ya tocando la puerta. En esta década me construí y me destruí, me divertí montones, lloré al final lo que en estos diez años no lloré; he aprendido a sonreír de nuevo y he vuelto a ponerme sobre mis pies y dejar las cosas ser. Me desprendo de todo el pasado vivido a lo largo de esta década, miraré atrás ya no para revivir, sino sólo para extender una sonrisa en memoria de lo acontecido.
Ahora que el mar vuelve a la calma, donde ya nada me afecta, puedo decir lo estupendo que fue encontrarme con personas que marcaron mi vida y que me enseñaron a ser humilde, ayer tuve que agachar la cabeza y aceptar lo queme dicen… he aprendido a escuchar, a dejar de lastimar… pero también a tomar el consejo de mis instintos para evitar tropezar, y si tropiezo, a meter las manos para aminorar la gravedad de la caída.
Esta década la empecé siendo un reverendo hijo de mi puta madre… pero la termino siendo un buen tipo, leal. Comencé a criarme en una cuna de lobos, y aprendí a aullar como uno, a actuar y a morder… pero me alejé de la manada para ser estepario y sentir la levedad insoportable de la soledad, la cual comienzo a disfrutar.
Mas si esta década la usé para vivir en el extremo, y forrarme de experiencias poco convencionales donde hice lo que se me pegó la gana… esta que viene me enfrentaré y me pararé firme para construir mi futuro y dejar de jugar alas vencidas con la vida, comprenderme como parte de ella y entender que debo dejarla fluir por más que duela, no forzar, sino más bien ser dinámico para aceptar las cosas agradables y desagradables que tiene para darnos… es decir, vivir ya no tanto, sino vivir mejor, que es lo mismo… pero no es igual.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Nostalgia de la primera década IX


(El puro es porque al final del año me fumo uno en señal de que vine, vi y vencí; este puro me lo regalaron de cosecha especial, hoja cubana, hecha a mano por el dueño de la tabacalera, lo más fino de su siembre me lo dio por la buena plática, y me lo recomendó fumármelo con un buen cognac. Se los comparto, porque en esta ocasión me lo fumaré en honor a ustedes.)

Pues como ya se acerca el final, y nos preparamos para la meta, pues faltaban los agradecimientos especiales de esta década. Necesito más de diez, pero haré mención honorífica a las personas y grupos de personas que vinieron, algunos para quedarse, otros para darme momentos grandes… siempre estarán presentes.

1.- A mis queridos muertos, porque gracias a ustedes tengo una dimensión muy padre de la vida, que en donde estén, seguro se ríen y lloran conmigo. Gracias Saúl, por ser mi héroe; gracias Azael, por haber sido mi mejor amigo y llenar con tus pláticas largas noches que se sostuvieron en mi sala, en mi recámara y en mi campo de sueños (la cornisa de mi azotea).

2.- A mi familia, gracias porque a pesar de todo se han mantenido aquí conmigo aún cuando he cometido graves idioteces. Por velarme en mis accidentes y el apoyo a la carrera que elegí, en las presentaciones de libros, revistas, puestas en escena, salir al aire en la radio, y demás logros que he tenido a lo largo de esta década. Sam, porque mejor hermano no pude tener, tus consejos y tu rol de hermano mayor ha sido una tarea que has llevado de forma excepcional; mi madre, porque eres lo más grande que tengo en el corazón y doy gracias a la vida por tener a mi lado, atrás y adelante a un mujerón como tú, mi mejor amiga. A mi padre, porque representas, con todo lo que nos hiciste vivir, toda la fortaleza, el valor y el coraje que un hombre puede pedir, eres buen maestro.

3.- A los amigos de la prepa, UNITEC, ABCenter. Con ustedes viví los mejores desmadres que un joven podía tener: golpes, amores, abrazos, comprensión, accidentes, muertes, baile… experiencias únicas que fortalecieron mi carácter y me hicieron el hombre que ahora soy.

4.- Laura, es increíble como para unas personas importamos… sé lo que hice, una disculpa, pero el que llamaras a tu hijo Saúl en honor a mi hermano, por el amor y cariño que sentías por mí… no tengo palabras para decirte lo honrado que me siento.
Montserrat, una amistad tan padre como la que tuvimos la década anterior no podía terminar ahí, cuando me dijiste que a tu tercer hijo le diste el nombre de Ricardo por el afecto que nos tenemos, es de las cosas más preciosas que guardo, estoy seguro que ese pequeño te cuida y vigila desde el cielo. Larga vida a esta amistad.

5.- Irving, tú abriste mi mente a otro mundo, tenerte como amigo, a pesar de que odio decirlo, fue darle a mi vida un giro de 360°, gracias a ti supe lo que es hacer daño a otros, estar contigo fue la experiencia más dura que pude vivir.
Adriana, siempre serás mi mejor amiga… tenerte a la fecha, y ahora más viejos, más calados, es el orgullo de poder decir: te amo; juntos podemos ser, como siempre hemos sido aún cuando la vida nos dio la espalda muchas veces. Siempre contigo.

6.- Lorena, tu amistad en estas fechas se está volviendo invaluable… a ti debo mi afán por escribir; no imagino hacer otra cosa. Conocerte más desde que te vi por vez primera, con tu bufanda rosa y pants blanco, fue la bendición y ahora razón de ser de mi profesión.

7.- Alejandra, haber estado contigo significó el paso de ser hombre a ser buena persona. Aprendí a callar para no lastimar y aprendí a ser pareja. Tu eres el gran trago de un buen parís de noche que se degusta en cada una de las aventuras que emprendimos, gracias a ti conocí el arte de extrañar a una persona por la dependencia, cariño y olvido. Lamento no valorarte como la mujer que eres y el amor que dabas, pero agradezco lo que hiciste de mí. Contigo despuntó mi carrera, pero no lo hubiera logrado si no te hubiera tenido a mi lado.

8.- Ximena; por ser tú el amor bonito, mi mayor felicidad y mi sueño encarnado. Contigo supe qué es amar y sufrir enserio, vivir mis emociones al grado de querer explotar, por vivir lo más hermoso de la vida: entregarte a una persona sin importar los límites y las diferencias. Todo contigo fue tan hermoso que ahora que la rosa marchitó, la guardo… te guardo en el único lugar que no me atreveré a tocar por abrirme a la posibilidad de querer ser padre y esposo. Estoy seguro, ya, que seré bueno… porque me hiciste saber que lo soy.

9.- Berenice: mejor hija espiritual no puedo pedir… eres la mejor y todo lo que hemos vivido, simplemente te colocan como una de mis personas favoritas para envejecer.
Zyanya: algo raro nos pasa cuando estamos juntos últimamente… tu compañía es la más sutil, confiada y segura que un hombre puede pedir; me devuelves la sonrisa y sanas mi espíritu con tan solo abrazarme y jugar.
Ana: simplemente eres mi hermana… la mejor. Gracias.
Susie: nunca sabremos que somos… y es mejor así, que no lo arruinemos, pasarán años sin vernos, pero cuando lo hacemos es darnos todo el cariño, expresado en besos, que nos debemos el tiempo que no estamos juntos cuando nos raptamos en la noche; aprendemos del otro y a últimas fechas, compartimos arte y belleza.
Ailed: por dejar en mi corazón una semilla que germinó en una amistad sincera y desinteresada y perdonarnos el daño que nos hicimos para vernos crecer como amigos.
Lizz: por hacerme reír en noches difíciles y mostrarte sencilla… una amistad que se ha vuelto necesaria tener.
Lucy: eres de mis mejores amigas… gracias por enseñarme el arte de perdonar.
Sofía y Linda: por ser las mujeres que más me enseñaron acerca del amor.
Sairi: nadie, he de aceptar, me amará más que tú… gracias por haberlo demostrado.
Vale: aunque hagamos de todo y juntos seamos unos demonios, todo lo que nos hemos hecho y disfrutado… en todos los sentidos… eres uno de mis pilares de confianza; nunca lo dudes. Van siete años… y serán más.
Angie: por darme valor y devolverme la capacidad de creer en mí; te dediqué mi texto del primer libro publicado, es la forma en que pude pagarte todo lo padre que me diste.
Carlitos y Noé: si los menciono al último es porque quiero decirles: HOY AMIGOS, POR SIEMPRE HERMANOS. Gracias por estar aquí.

10.- A todos mis queridos lectores, Sofía, Ailed, Lucía, y otros tantos que no puedo mencionar, que me han seguido, como amigos, como artistas de la palabra… por sus atinados comentarios, ya sean escritos o hablados. A los demás lectores que he tenido el gusto de conocer, Miriam, y otros muchos más que no conozco aún. A mis editores, correctores, hombres y mujeres que han llorado, reído y proyectado con mis experiencias y ocurrencias, porque sin ustedes, no existo como escritor, sin ustedes… no soy. GRACIAS TOTALES. Ustedes son lo más importante de mi vida… mi carrera.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Tragedia y enfrentamiento


Que respiren las heridas de mi pecho, de mi piel y de mis ojos… que todas las cicatrices lloren lágrimas de sangre y que el sudor sea el vino del trago amargo al que hoy me enfrento. Hoy me enteré que dijiste las palabras por las cuales yo pude haber matado hace un par de meses atrás… hoy me enteré que lo amas por lo que es… y estás dispuesta a entregarte toda… La noticia de hoy fue mi tragedia y mi enfrentamiento.
Roja que moja praderas y ciega los brotes que no verán la luz, hoy no duermo en la desesperación ni en la locura, hoy renace ese titán que permanecía al filo del reloj, aquél que renunció a su vida por ti. Que suenen las campanas de la media noche y que suenen las canciones y los versos más tristes… Hoy te dejo en los brazos de él que no es tu novio, ni tu amigo ni tu amante… hoy levanto mis rodillas del suelo para erguirme y mirar al frente.
Tantas veces la sabiduría de mi madre habló en mis oídos para advertirme del daño al que me someterías, y que sufro, vivo… pero sonrío. Por ti, por lo que me dejaste, por toda tú, mi mejor amante, mi mejor novia, mi mejor relación. Hoy tapo con la tierra que piso, tu recuerdo… esperando que se vuelva polvo y parte del todo que me rodea del cual no podré deshacerme, del cual respiro. Si te dijera, mi niña hermosa, que tu partida y tus azotes son ahora una razón para valorar mi vida con el doble de fuerzas, que lloré por ti una última vez esta tarde cuando la mala nueva se cogió a mis oídos, en una temporada tan bella. Si te contara que ya puedes estar tranquila porque ya no pienso volver a verte ni buscarte, que entendí que nunca fuiste para mí y que te agradezco que le dejaras la vía libre a quien se merece este amor que ofrezco… todo lo que te di contigo muere; vendrán más y mejores experiencias, aunque me cueste trabajo decirlo por hoy, aunque me duelas tanto que sólo quiero escupir todas las imágenes bellas nacidas en tu vientre cuando renacía en tu boca. Te lo di todo, y si hubieras pedido más... te lo hubiera dado: contigo, mi error más grande.
Qué me dirías… si pienso ahora tener más cuidado para no ser víctima de un sueño hermoso como lo fuiste tú…. Pienso ahora darme más tiempo para mí y disfrutarme con cada momento que he seguido viviendo escurriéndome en otras manos y en otros labios para calcinar las huellas que dejaron tu cuerpo sobre mí. Haré lo mismo que tú, amar, vivir… pero lo haré mejor porque me hiciste mejor. Puedo ahora incluso ver al cielo y mirar la luna sin que me pese su brillo, puedo ahora encontrar lo que perdí contigo. Aunque deseo que seas feliz, y te agradezca todo el tiempo a tu mano, y no me arrepiente de este amor, debes saber que nadie como yo, te volverá a amar… porque soy único, porque soy distinto y diferente a cualquier cosa que hayas probado. Sé bien que ya no quieres saber de mí porque me causas llanto de quinceañera dejada por otro pendejo más… que igual así es… Pero hoy lo único que terminaste provocando en mí es despertar a la bestia y soltar a los demonios.
Ahora eres la sublimación de mi ego, de poder decir: a ella quise que fuera mía, aunque fue mi condena después, a ella le hice vivir cosas que nadie podrá igualar ni mejorar, y por ella es que sé muy bien que tengo cosas grandes para ofrecer.
Cierro tu ciclo sabiendo que dejé de importarte, sabiendo que sólo paso a ser uno más en tu vida, aunque tú seas lo más grande a la fecha… cierro el ciclo sabiendo que amé, me entregué, te sufrí y que mi conciencia está tranquila… aunque aún dueles. Pero este dolor no será en vano. Hundido en mi cama, destrozado en el piso de mi baño y muerto en el balcón pude comprender que vendrá algo más grande, pero que tomará tiempo. No tengo prisa, no permitiré que seas la sombra de alguien más bella. Por salud de ambos… mi tragedia es que te amé de más, mi enfrentamiento es con tu recuerdo, pues en ellos se guardan a la mejor mujer que pude haber amado.

Gracias, buena suerte, te amo.

martes, 21 de diciembre de 2010

Nostalgia de la primera década VIII


Bueno, pues ya que estamos festejando y "conbebiendo", pues empecemos con los brindis:

El primer brindis es para todos los amigos que perdimos, pero que reencontramos al final de la década. ¡SALUD!

El segundo brindis es para aquellos amigos nuevos... pero sobre todo para los viejos amigos que aún nos acompañan en este viaje de la vida. ¡SALUD!

El tercer brindis lo echo para todos los amores que vinieron, vivieron y se fueron... pero eso sí, celebro a todos esos amores que aún están con nosotros pese a todo. ¡SALUD!

El cuarto brindis va, sin duda, a los cambios. Sí, el proceso apesta, pero cuando el cambio se realiza, cuando el ciclo llega a su fin, es hermoso ver en lo que uno se ha convertido o mirar cómo las cosas se acomodaron... aunque siempre habrá más. ¡SALUD!

El quinto brindis lo dedico a las canciones que se acompañan con las pedas, las llamadas, los amigos y los gallos en la madrugada. ¡SALUD!

El sexto brindis va para el señor Reyes, Torres, a Don Pedro, a los Cazadores, al Cuervo y demás señores que nos facilitan a bajar las bragas, limar asperezas entre amigos, a la creación de otros lazos fraternales y las crudas emocionales y existenciales que nos hacen crecer. ¡SALUD!

El séptimo brindis, sí... a la familia. Porque no importa que tan peleados estemos con ellos, cuando algo nos pasa, siempre están ahí al pie del cañón. ¡SALUD!

El octavo brindis a mis queridos muertos... pero sobre todo a los nuevos que han venido para hacernos sonreír y vivir otro abanico de experiencias. ¡SALUD!

El noveno brindis se lo doy a los sueños, porque lo mejor de vivir es soñar, porque si la muerte es lo único que tenemos seguro, y todo lo demás sólo está por unos instantes y se van, los sueños son los únicos que nos permiten transportarnos a una realidad alterna cuando nos sentimos vacíos... lo cual nos permite crear. ¡SALUD!

El décimo brindis se lo gana el próximo año, porque al pasado no lo podremos cambiar, el presente es relativo... pero el futuro es un regalo, y en esta azarosa condición del ser humano, el futuro es lo que nos mueve. ¡SALUD!

sábado, 18 de diciembre de 2010

Cualquier otro sábado


El último sábado del año para estar con los amigos y yo encerrado, caminando de lado a lado, fumando, pensando en que quizás por eso estés retorciéndote en sus brazos, diciéndole cuánto lo amas y cuánto no deseas que te deje… Mi columna se quiebra tan sólo de pensar que debería ser yo quien estuviera en la cama a tu lado. Me has robado el aliento y realmente quiero odiarte y decirte las peores blasfemias que se me ocurran… pero no puedo; sólo desearía ser yo quien estuviera robándote besos, miradas y que los 2nunca te vayas” sean dirigidos para mí, no a él… entiendo que no es mejor hombre que yo, puede que te haga mejor el amor que este servidor, puede que haya madurado más como hombre, que yo… pero nunca te amará tal como lo hice. Será distinto, y quizás duren años… y te olvides con el tiempo de mí.
¿Qué hablarás de mí? ¿Qué les dirás a nuestros hijos que no serán míos? ¿Qué pensarás de esto si algún día lo llegas a leer? Sí, me he enfermado de dolor, de llanto, de celos… sólo pienso en ti, y me rompo a ratos, algo me falta… tú, la felicidad que me dabas; me conociste sin dinero, pero me sentía rico, porque me completabas, me complementabas… fuiste mi universo, mis días.
He arreglado ya el árbol, el nacimiento, y recuerdo que lo íbamos a poner juntos y me quedé arreglándolo solo, viendo una película, fumando de a ratos… el humo dibujaba tu sombra y pensé en ti que tenía ganas de ir a tu casa, robarte y nunca dejarte ir. No sabes cuánto te necesito. Llevarte el desayuno a la cama , atenderte, estar siempre al pendiente, mimarte, arreglar cenas, derramarte vino, escribirte en la espalda, tomarte fotos, videos, amarrarte en la cama, platicar todas las noches, echarnos el cigarrito, jugar y juguetear contigo, besarte, abrazarte, Dios, voy a enloquecer… tanto en tan poco tiempo… pero ha sido menos el tiempo que te ha tomado superarme, pero qué hago con todo esto que vivimos, cambiaste mi forma de sentir, de entregarme, cuánto erotismo, cuánta sensualidad… quisiera odiarte.
Me he imaginado cómo se besan, cómo se acuestan y apagan la luz para darle rienda suelta a la pasión, a probar sus cuerpos, a oírse gritar, gemir, mirarse, tocarse… No puedo soportarlo a veces; dime, miénteme, que no me has olvidado, que deseas que te toque como yo… me has hecho enfrentarme con mis demonios… eres hermosa, amas como nadie… y me muerdo el labio y agarro mi cabello con ganas de arrancármelo… salgo con otras personas para ver si puedo ya dejarte atrás… pero sin querer tu nombre sale de mi boca, y el momento es incómodo: ¿cómo, mi niña hermosa, cómo le haces para que no te pase lo mismo? No concibo cómo borraste tanto de tu mente.
Sigo conociendo mucha gente, ya tengo oferta de trabajo, no me irá mal… pero quería compartirlo contigo, que fueras la dueña total de mi ser… A lo mejor ahí estuvo mi primer error, entiendo… más nunca me importó.
Quisiera por un momento que me mientas, que regreses… me haces temblar, cuando hablamos, a veces, lloro sin que se quiebre mi voz cuando estamos conversando, y te agradezco enormemente que hayas dejado de buscarme, pero no quiero dejar de verte, quisiera pasar mi vida contigo, sin importar lo que pase después. Sólo quiero descubrirme otro día, daría mis pulmones por tenerte otra noche conmigo… me falta el aire… me faltas tú.

viernes, 17 de diciembre de 2010

De las palabras y las letras


Quisiera que mi corazón
Corriera la misma suerte
Que mis letras y mis palabras:

Entregárselo a cualquiera.

Mis palabras y mis letras
Pueden resbalar por la porquería
De los arrabales
Pueden venderse como prostitutas
Y hasta meterse por la boca
Y salir por la vagina…

Mis letras y mis palabras
Pueden ser de cualquiera
Que desee poseerlas
Y pueden salir huyendo,
Refugiarse en otro cuerpo
Y dejarse ir por el caño
O por la página en blanco:
Volver a comenzar.

Mis letras y mis palabras
Tienen la dicha de sanarse
Si alguien las ofende
Y ni si quiera les importa
Que las vomiten
Las traguen
O que sean alabadas;
Sólo buscan dar momentos
De placer, de amor
Y con tal de tener una experiencia
Y tener algo de qué hablar
Se pueden volver mentirosas
O las más verdaderas;

Mi corazón envidia a mis letras y palabras

Ellas poseen secretos de curanderos,
De sabios que nadie conoce
Y hasta juegan a ser dioses
Cuando crean un mundo alterno
Que pocos atreven a imaginar;

Mis letras y palabras
Se cuelan por debajo de las mujeres
Y ellas no se dan cuenta
De que son violadas
Y arrancadas de la intimidad;
Mis letras y palabras
Han arrancado lágrimas
Besos
Caricias
Risas
Y odios…

Quisiera que mi corazón corriera su suerte.

Mis letras y palabras
Pueden ser las más putas
O las más virginales,
Las más cabronas
O las más inocentes

Ellas se vuelven palpables
Y a la vez etéreas.
Su veneno
Puede ser un deleite
O puede ser ácido…

Y sigue sin importarles
Un carajo el daño
O el bien que provoquen;
Lo único que persiguen
Es darle a un momento
Un aire de inmortalidad.

Pero mi corazón cuando es lastimado
Corre a las faldas de una madre,
Asustado
Vacío
Y envuelto en un mar de lágrimas;

No sabe ni curarse ni abrirse
Pero conoce la dicha y el tormento;
Sabe que puede controlar a los títeres
De las palabras y las letras
Pero nadie puede mandarlo
Ni aconsejarlo…

Mi corazón late al ritmo de una campana
De una vieja catedral,
Y destrozado
Se vuelve pausado
Como el paso de un anciano

Este corazón nunca olvida,
A mis letras y palabras
La vida les vale madre
Pero mi corazón…

Siento lástima por él,
Lo seguirán pisoteando
Por ser tan vulnerable
Con la única condición
De que las cosas pasen,
De que sus letras y palabras
Vivan juveniles
Aventureras

Pero el precio es el sufrimiento
Cuando se expone a sabiendas
De que será torturado.

Mis palabras y letras
Confunden el nunca
Y el para siempre
Y les da lo mismo
Ser igual a ser diferentes

Sin embargo, si tuviera que elegir
Entre mis letras y palabras, al corazón
Elegiría al segundo
Y me olvidaría de todo lo demás
Por tan sólo un momento más
Con la mujer que amo.

El corazón busca ser el mejor amor…
Aunque después no recuerden cómo late
Y sólo recuerden mis palabras y mis letras…

Quisiera ser ellas para nunca me olviden.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Nostalgia de la primera década VII



No es que sea un profeta, brujo o algo parecido, pero hay cosas que simplemente se sienten, no siempre porque estas responden a ciertos patrones, algunas sí y el resultado es casi obvio, quizá sólo se trata de sensibilidad. Pero sin querer he predicho cosas que, si algunas me han hecho sonreír, otras simplemente no son tan bienaventuradas. Aquí vas las 10 predicciones más importantes en esta década.

1.- Mi tía, quien era como mi abuela, andaba ya enferma de cáncer, pero lo único que sabían era que ella tenía mal las vías respiratorias por tanto cigarro. Sus hijos pidieron a las tiendas alrededor no venderle más cajetillas. Un día, de visita, me dice: “Ricky, me puedes comprar dos cajetillas, por favor, pero que nadie se entere”. A lo cual respondí: “tía, el vicio te va a matar”, y entre risas me dijo, si me muero tendrás tú la culpa por alcahuete. Sonreí, le compré sus cigarros, al dárselos, le dije: “tía, si vas a morir, al menos sabré que te hice feliz”.
Eso pasó un jueves, al otro día la llevaron al hospital y el domingo falleció, sólo le pidió a mi prima que me dijera gracias.

2.- La abuela de uno de mis mejores amigos; ella tenía algo relacionado con triglicéridos y colesterol. Por tanto le habían pedido que no consumiera grasas saturadas, derivados de puerco y demás cosas grasosas. Una tarde de reunión con los amigos, me tocó ir por más pisto, pues se había terminado. La señora se asoma por la ventana y me pide que le compre una torta de pierna; sonreí y le dije que no debía comer carne. Pero ella insistió un poco, diciéndome, “Set, llevo días sin comer carne y moriría por una torta de pierna”. Pues qué podría hacer… se la compré y al dársela le dije: “que no se entere el gordo, porque si me muere, señora, irá a jalarme las patas”. Reímos… al otro día se la llevaron al hospital y fallece al siguiente día, el sábado. Una semana después la soñé.

3.- A mi mejor amigo. Mi actual mejor amigo, su hermano, tenía problemas con él muy fuertes, llevaban dos años sin hablarse, pero él y yo llevábamos buena relación. Una noche en una cafetería le dije: “Carlitos, si no haces las paces con tu hermano, un día se va a morir y no podrás tener la conciencia tranquila”. Respondió que tenía razón y que intentaría hablar con él; le repuse comentándole lo que hizo mi hermano y le dije: “tú no sabes, pero qué tal y el próximo fin de semana se muere, no, haz las paces”. Ese fin de semana matan a golpes a mi queridísimo Azael, Carlos, su hermano, me dijo: “no mames Set, me lo advertiste…”

4.- El cuate de mi primo. De niño tenía problemas aquí en la colonia, y unos de ellos decidieron que sería padre aventar una piedra a la ventana de mi casa; para mala suerte, yo tenía una fiesta por el cumpleaños de mi primo. Ellos se pusieron locos y agresivos, y les pedí que no salieran, que ya ni modo y que mejor no se metieran porque los de por aquí siempre traen arma y que no me gustaría que se tronaran a uno sólo por unos tipos que no valían un peso. Para que no salieran le puse chapa a la puerta. Dos horas más tarde se termina el alcohol, me dicen que quieren ir por más, consideré que ya había pasado rato y los dejé salir. Mataron a uno de ellos una cuadra más adelante.

5.- Otro de mis mejores amigos. Por motivo de su cumpleaños, Marcos quiso celebrar en un antro de moda en el 2003. Me marcó para pasar por mí y le dije: “ni madres, cabrón, vas a tener un accidente va a valer verga todo”. Él, riéndose, me dijo “no seas chillón, no pasa nada, vamos a pasarla rico, no seas mamón”. Accedí, pero me regresé antes que ellos. Tres horas más tarde, yo ya en casa, me llama su madre para decirme que estaba en coma, que si podía ir al hospital para hablarle. Cuando despertó y lo visité, me dijo: “pinche culero, me echaste la sal”. Reímos… pero no volvimos a salir juntos, terminó en una silla de ruedas, aunque según sé ya puede caminar.

6.- A mi primer amor. Después de meses de no hablarnos, le llamé para saber cómo estaba, ella andaba haciendo ruido con las manos, y le dije: “¿qué haces?, respondió “adivina”. Contesté, “estás haciendo unos recuerdos”, respondió sí, “para una boda”, asintió, “la tuya”, afirmó, “te casas el sábado”, y contestó: “siempre he dicho que eres brujo, no tengo necesidad de decirte qué pasa conmigo porque siempre lo sabes”. Fui a su boda sin ser invitado, no más por el gusto de verla casarse.

7.- Uno de mis amigos. David, el más pequeño de toda la banda, quiso experimentar qué se sentía salirse de su casa, se fue con el gordo. Me llama el gordo preocupado y accedí a recibir al buen David en mi casa. Mientras él venia en camino, le marqué a sus padres, ellos estaban preocupados. Cuando vino, le dije lo que había hecho, se enojó, pero añadí diciéndole: “mira, mi hermano, no te preocupes, vendrán los dos, tu papá se llevará a tu madre a la casa y te invitará un café, luego te hablará de su vida y de lo inteligente que te viste al verles la cara, te castigará, pero te dará lo que quieras con tal de que no te vuelvas a ir”. Me llamó una semana después para decirme: “ya puedes ser papá, pasó todo como me lo dijiste, y gracias por hablarles”.

8.- A mi segundo amor. Una mañana, como cualquier otra, me saludó, me hice para atrás y le dije: “estuviste con alguien más”. Ella lo negó y peleamos. Pasó un tiempo y sucedió lo mismo, así tres dos veces más. Tiempo después de haber tronado, platicando en buen plan, le pregunté: “¿cuántas veces me pusiste el cuerno”? Contestó: “cuatro, pero me sorprende que en todas me hayas cachado, y que con el último me dijeras, aunque te tiré de loco, que él me alejaría de ti… perdón.”

9.- Mi ex. Demasiada belleza en una relación no podía existir; cuando me pidió tiempo, le dije a mi primo: “man, ella ya no va a regresar”. Y él me dio un sermón de que aguantara, que ella quería estar junto a mí y todas esas cosas. Le respondí que no regresaría, que ella iba a terminar con alguien de su trabajo. Dos semanas después, quizá mis palabras negativas, quizás el destino y esta ciudad y esta vida es una mierda que juega con nosotros… pero fue cuando me dijo: “ya ando con él”. Precisamente, de su trabajo.

10.- Mi sobrino. No todo es pésimo en esta vida y no soy tan ave de mal agüero, antes de que anunciara mi hermano que sería padre, soñé con su hijo el día de su bautizo. A esto le siguió la quiniela de qué género sexual tendría, todos le apostaban a que iba a ser niña, por la genética que traemos y esas cosas. Fui el único que dijo desde ese momento que sería niño porque ya lo había soñado… Ahora mi hermano cuenta la anécdota con una ancha sonrisa y tomando mi hombro.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Después de ti... Carta II


Los días comienzan a fundirse entre sí, en las noches en que el pensamiento que estas pasando la madrugada o el día entero con él me roba el sueño. ¿Qué has hecho con todos esos recuerdos en que después de cada orgasmo jurabas nunca dejarme? ¿Qué has hecho con esas fotografías donde te abracé en la primera lluvia de verano, los dos en el balcón, y yo sólo detrás de ti tomándote por la cintura, sintiendo la brisa, no sé si de tu aroma o de la lluvia que lavaba mi rostro? ¿Qué ha pasado con todo el vino bebido mientras brindábamos por este amor, con todos los sueños y los planes? A veces creo duele más lo que pudo haber pasado que lo que pasó en sí. Ha habido veces que te he odiado tanto como te he amado. Días como ayer tenía ganas de gritarte te amo, que me faltas, que te extraño. Pero cuando rompes en hacerme saber que a ti no te importa ya, sólo cierro los ojos y aprieto los puños: fuiste el amor de mi vida, y es bueno saber que la conocí… aunque no fui lo mismo para ti. Decirme que no ibas a volver, fue tragarme una bala que se escondió en el pecho. Cambié por ti, pero después de ti he cambiado tanto que me he deformado y vuelto a cobrar forma en un ser que apenas reconocerías.
Ha habido días en que me falta fuerza para salir de la cama, días en que el agua tampoco recorre mi cuerpo como lo hacías tú en noches como esta. El frío de invierno jamás cobró tanta fuerza en mis huesos, a veces me desnudo y salgo al balcón en medio del manto nocturno para borrar el rastro que dejaste en la piel, esta piel que guarda la pasión de tus uñas sobre mi espalda. Me prohíbo hablar de ti, pero aún no puedo lograrlo; realmente no quiero volver a verte, no por odio, sino porque dueles, porque tu olor es diferente, ya no es el que había conmigo, tus ojos no brillan como antes lo hacían cuando me tenías cerca, he dejado de apresar tu aliento… pero aún así sigues durmiendo conmigo, continúa despertándome el eco de tu risa, de los te amo guardados en las paredes que a veces tocan mi pierna y me dan un beso. Entonces rompo en llanto lamentando tu presencia que se pierde en la obscuridad cuando trato de acariciarte, y juegas desnuda en mi recámara sin dejarme alcanzarte, burlándote de mi desespero por tenerte acomodada entre mis sábanas.
Jamás conocí un sufrimiento tan cruel como el que vivo contigo, sin ti. Los días se hacen cortos, las noches largas, los segundos desaparecen y parece que todo es metido en un frasco que revuelve el tiempo de los instantes con el infinito.
Ayer miré a la luna, buscándola, dejó de alumbrar para mí, ahora está en otro cielo compartiendo su belleza oceánica: profunda, única. He lanzado al mar estelar todos mis sueños contigo y hasta la esperanza de verte regresar. El mismo me devuelve lo que le arrojo, en forma de estrellas, pero no hay alguna que me traiga tu nombre o tu cuerpo de nueva cuenta para terminar con esto… he pensado que si regresas lo harías para abandonarte. Mi conciencia tranquila por tu amor, por lo que he dado, y la tuya sabiendo que pudiste dar más, son temas que las nubes recogen para ponerlas en la lista de fracasos guardados en el cajón, donde bebo la memoria más dulce de mi vida, aquella que derritió las capas de mi alma para poder servirte y amarte hasta con el último respiro de mis poros, que lloraban sobre ti cuando el amor se hacía presente cada vez que te miraba mientras estaba dentro de ti.
Ahora dime, mi niña hermosa, dónde pongo todas estas noches de quiebre, las noches pendientes y las noches que te tuve… dónde las guardas tú para poder estar feliz con él… qué ha sido de todo lo dado, y lo que pasó en mundos alternos. Nunca pensé que tu olvido fuera tan pronto, hice historia en tu vida, lo sé, pero no es suficiente para que en cada beso que le des a él me veas.
Recomenzaré mi vida en pocas semanas, tendré trabajo empezando el próximo año y me perfilaré para dejar todo lo vivido en este lugar, contigo. Amores volverán a ir y venir en lo que me reparo, diferentes situaciones se darán cita en mis manos hasta que mi reconstrucción esté terminada.
He optado por salir los domingo a leer a una cafetería, a comenzar a ir solo a los bares, al cine, a vivirme… a disfrutarme y dejar de tenerme miedo, “lo que no te mata te vuelve más extraño y más solitario”, pero no deja de ser una experiencia más que cambiará mis pensamientos y mi perspectiva de vida. Es destruirme de cierto modo para ser. Empiezo tomar las cosas de la vida que sólo son, y a querer disfrutar la esencia de mi vida: navegar solo y recoger amores en los diferentes puertos de la ciudad, comprendiendo que mi condición es la de amar, y no la de ser amado.
Conviviendo con la familia de mi hermano, de escuchar y observar cómo se han acoplado, veo que por mucho que hayas sido el amor de mi vida, no me correspondía estar contigo, de otra forma seguirías aquí nadando en el mismo río que yo. No, no me daré por vencido, aunque me sienta derrotado, ya dejé de estar tirado en el suelo, pero aún me encuentro de rodillas, rezando al balance de la vida que se incline a mi favor para poder pararme y colocar la vista al frente para no ver atrás, donde te siento llamándome aunque se te ha olvidado cómo hacerlo ya… Ya no puedes hacerme más daño, morí el día de ayer; pero ¿cómo dejo de pensarte y recordarte en cada canción, en cada poema, si aún en la barca del lago del olvido, te bebo? Sólo el tiempo, algunos dirán, pero es tan relativo… que los días se funden con las noches y me pierdo en el silencio para que los susurros de mi habitación azul me cuenten la historia de aquella roca de sal y de coral que se quedó esperando el amor que se robó el mar.

martes, 7 de diciembre de 2010

Nostalgia de la primera década VI


Pues en esta carrera del top ten de la década, entramos con aquellos cuyas letras dejaron un buen sabor de boca, y la gratísima experiencia de horas y horas de lectura. Es difícil decidir quiénes se llevan el laurel, pero en definitiva los que presento a continuación, no sólo capturaron mi atención obligándome a encerrarme en cafeterías durante toda la tarde o toda la noche en mi recámara, sino tocaron fibras sensibles que pocos autores pueden lograr.
1.- Empezamos con El Inquisidor, de Catherine Jinx. Una historia narrada en el contexto de la Santa Inquisición, donde un sacerdote huye de su congregación por haberse enamorado de una loca. La trama de esta novela está llena de asesinatos y erotismo que mantiene al lector todo el tiempo en gran suspenso.
2.- Seguimos con Sobre la Naturaleza de los Dioses, de Cicerón. Un debate sostenido por un estoico, un epicureísta y un sacerdote acerca de si los dioses nos trazan el destino o somos los hombres quienes lo construimos. Por este libro mi fe se vio tan afectada que rechacé la idea de la existencia de un Dios, durante años.
3.- De todos los fuegos el fuego, del maestro Cortázar, en la edición de este libro no fue mi cuento favorito, pero todo la colección en sí, de los cuentos escritos por Julio Cortázar, logró que pusiera este ejemplar entre mis favoritos de la década. La habilidad de este escritor para describir y narrar los hechos, hacen que uno se imagine las cosas tal como si uno mismo las estuviera viviendo.
4.- Los Hermanos Karamazov, de Dostoievski. Para mí la mejor obra de este autor, quien es considerado el precursor del psicoanálisis, sin él, Nietzsche no hubiera escirto sus grandes obras y menos Freud hubiera existido como el padre de esta corriente de pensamiento. Este libro relata, con gran maestría, la disfuncionalidad de la familia. Cuando el padre es asesinado, todos los personajes entran bajo la lupa de la culpa y la vergüenza. El final es como uno se lo esperaba: intenso.
5.- El existencialismo es un humanismo, de Sartre. Es por esta obra que mi inclinación a la filosofía fue determinante. Es un debate y réplica a la segmentación de estas dos corrientes del pensamiento. Sartre enfrenta la postura de Heidegger embatiéndolo con la noción de libertad.
6.- La náusea, Sartre. En cuanto a filosofía se refiere, este texto marcó mi postura filosófica hacia la vida. En esta absurda vida, para no caer en el suicidio, porque el valor de la vida es relativo, es imperante tener un proyecto para no terminar vacío existencialmente hablando.
7.- La insoportable levedad del ser, de Milán Kundera; fue el único regalo que me hizo una ex novia tras dos años de relación, uno de los mejores regalos de cumpleaños que me han dado. Este libro trae en sus páginas el mismo título, la filosofía interna en la que se basa están plasmados los textos de Freud, Nietzsche y Heidegger. Una joya literaria, aunque el final se le cae, dejó qué desear, a mi gusto, este libro es el gran ejemplo de que la filosofía y la literatura no están peleados, todo lo contrario.
8.- Antología del cuento triste; de Augusto Monterroso. Actualmente agotado, pero tuve la dicha de poderlo leer cuando alguien me lo prestó. Amigos muy cercanos y mi última novia trataron de ayudarme a conseguirlo, pero los esfuerzos fueron en vano. Es una excelente compilación de los cuentos más trágicos de todo el mundo. La segunda edición trae cuentos inéditos, y algunos cuentos más fueron editados por sus propios autores, dejando de lado a la edición editorial. Gracias este libro es que comencé a escribir cuentos.
9.- Saúl ante Samuel, de Juan Benet. El autor de este libro fue merecedor del premio Cervantes en los años 70's; este es su único libro, pero después de revisarlo, corregirlo y saber que estaba nominado al premio, decidió desaparecer. Hasta la fecha nadie sabe de él, si al menos pudiera decirle que gracias a su libro fue que me interné en el mundo de la literatura. Trata de un sabio que renuncia a ser rey para irse a las montañas y dedicar su vida a encontrar el sentido de la misma, al renunciar al trono, Samuel asume el puesto, pero es convertido en tirano. Saúl al escuchar el terrible mandato de su hermano, decide visitarlo. El libro toca temas de historia, política, filosofía, sexo y sociedad, toda la conversación se da durante un juego de ajdrez, y el autor mezcla fortuitamente las jugadas en el tablero con lo que pasa en el diálogo.
10.- Amado Muerto, Sofía Islas. Esta novela quizás es el cariño que le tengo porque mi nombre está en las dedicatorias, y de vez en cuando viene a leerme la autora, de quien he hablado a lo largo de mis nostalgias de la década. En su libro está narrado el sentimiento que uno padece cuando pierde al amor de su vida, todo lo que conlleva en los últimos días previos al suicidio por experimentar un vacío que con nada puede llenar... mas que con la muerte misma.

Pues estos son los libros que me atraparon esta década, quizás faltan algunos más, pero bien los libros que acabo de exponer de forma breve son los que se ganaron un lugar en mi vida.

Nostalgia de la primera década V

Pues ya envalentonados con esta nostalgia, pues pasemos a las películas que vi más de 10 veces. Algunas porque me hacía reír, otras llorar, y una que otra porque simplemente me gustaron mucho por los efectos y cosas así.

Abrimos con aquella con la que me enseñó hablar inglés, puedo decir que me sé todo el diálogo en español y en inglés; maravillosas tardes pasé en Canadá y llegando a México deleitándome con esta película.

Seguimos con esta otra, una joyita que pocos valoraron, pero a mi gusto la mejor película de caricatura que se hizo en esta década. La he visto más de 20 veces y me sigue emocionando.

Ahora pasamos a esta otra, la cual tiene efectos alucinantes... la historia no es como del todo nueva y el contexto no me agrada tanto; pero tiene cosas padrísimas que me han hecho verla más de 10 veces.

La siguiente... no tuvo madre... la he visto más de una veintena de veces y me sigue agradando: let's put a smile on that face! I believe that whatever doesn't kill you, only makes you stranger... No me importa, para mí es la película de acción mejor lograda esta década. De esta me sé también los diálogos.

Ahora vamos con algo más ñoño; Dios... con esta lloro a moco tendido, la primera vez que la vi hasta dije: ¡pinche vieja! Sí, y cada que la veo siento un escalofrío con una de las escenas... El reparto es excepcional, intenso el guión... uff!

Esta a continuación, no sólo me emociona y me da coraje, esta película me revuelve los intestinos y me hace abrazar a quien esté a mi lado, de este género, mi favorita. Aunque pertenece a la década pasada, tuvo valor en mí en esta. Una adaptación de la novela escrita por el maestro Dickens.

Viene ahora 500 days of summer... cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Sí, mi último gran amor de esta década me la regaló, quizás destino... pero la he visto ya tantas veces, no sólo porque me gusta, sino porque ella, precisamente, fue quien me la dio... y vaya que la he disfrutado. What happen to them? -What always happens... life.

Presento esta, que también es una joya pero no por muchos vista. Si tan sólo fuera así de fácil borrar el recuerdo... y aún así... siempre queda la marca en el pecho.

Acercándonos a la meta... viene mi película favorita de todos los tiempos, sí... una gran joya que no llegó a tocar salas de cine mexicanas. La intensidad de los diálogos es impactante, el clímax y el final arrancan el suspiro y las ganas de decir: no mames! no voltees, pendejo!!! Porque la pierde para siempre,la historia de un escritor que le roba la vida al amante de su esposa conforme escribe su novela. Es una trama de las más complejas que he visto en el cine.

Pero por supuesto en un conteo de la década no podía faltar a la lista lo que se considera como un clásico del cine de oro. Esta pieza marca un hito en la forma de contar cine, la que dio paso al guión moderno. A pesar de que la película va medio lenta en un principio, su final, igual lento, prácticamente logra que uno agonice junto con el protagonista. Quien no muere de amor... muere por ella. Come back to me.


Espero disfruten estas películas, si no han visto algunas, se las recomiendo ampliamente. Algunas son ideales para verlas solo y luego echarse un vino y un cigarrito, porque los hará pensar.

Nostalgia de la primera década IV


Siempre he dicho que si uno ha de comenzar hablar, es mejor empezar por uno mismo; y ya hablamos de mi vida personal, de las canciones emblemáticas de "momentos Set", y de sus tristes noviecitas que ya están felices en brazos de otros... Por tanto es definitivo hablar de aquellas frases que marcan vida, cosas que a uno le dicen en momentos clave. Por eso, les presento aquí el top ten de las frases que taladraron mi cráneo a lo largo y ancho de diez años.

Aquella por la que dije: a la chingada, estudiaré filosofía y seré escritor.
1.- Soñar es ver la vida de otro modo y es olvidar un poco lo que es. Un sueño es casi nada y más que todo: más que todo al soñarlo, casi nada después.
José Ángel Buesa

Aquella que me dejó callado.
2.- Si al amor lo llamas coincidencia, entonces de cuántos amores hablaremos que no coincidieron al amar.
Sofía Islas

Esta que me hizo reaccionar, la sabiduría de las madres es total.
3.- Levanta la cara, sécate esas lágrimas, porque como tu madre te he dado orgullo y dignidad, nadie que te haga llorar merece tus lágrimas; sólo sonríe, míralas profundamente, da la media vuelta y sigue tu camino. Te he críado para ser un Dios en un mundo de insectos, no dejes que te hagan sentir lo contrario.
Alejandra Chávez Márquez

La que debo recordar siempre, y que he estado apunto de tatuarme.
4.- Si he de morir que sea como un roble: muerto por dentro, pero siempre de pie.
Obra teatral Los árboles mueren de pie

Algo de sabiduría popular, que aplico de vez en cuando.
5.- Porque aún derrotados hay que saber cómo joder al enemigo.
Frase que data de la segunda Guerra Mundial

La última frase que me dijo mi hermano mayor, en combinación con una de mi otro hermano.
6.- No te dejes vencer, no le des ese gusto a nadie y nunca dejes que te vean llorar, sonríe siempre, no sabes el poder que tiene el sonreír cuando todo va mal.
Saúl y Samuel Salazar

Aquella que me dejó sin aliento.
7.- Las cicatrices nos marcan dónde estuvimos, pero no a dónde vamos.
Ximena Ávila

La que abrirá mi novela.
8.- Una persona amó y fue su infierno, la otra nunca lo hizo y fue su condena.
Set Salazar

Esta que siempre estará en mi corazón, gracias, hermano, pasarán 100 años y siempre me acordaré de ti; eres mi padre intelectual y espiritual.
9.- Por un ideal... se vive, se lucha y se triunfa.

La que cierra esta grandiosa década.
10.- No actúes para que se note tu presencia, actúa para que pese tu ausencia.
Bob Marley

domingo, 5 de diciembre de 2010

Nostalgia de la primera década


Aún no sé si es por ser diciembre, o porque pasan los primeros diez años de este milenio. He visto estas últimas semanas a viejas amistades y a viejos amores que nacieron con el principio del milenio. Algunos gozan de buena y bonita vida… otros no tanto. Pero en el transcurso de estos diez años, puedo decir que mi vida ha sido intensa y divertida, plagada de aventuras y amaneceres en más de mil lugares distintos. La actividad sexual en ésta década fue formidable, pero dejé de considerar que el sexo es la llave del mundo, lo supe en su último año. Hay cosas más importantes que el sólo deseo del placer, que el nihilismo… durante diez años me consideré nihilista… hoy dejo eso. “Por un ideal se vive, se lucha y se triunfa”, este fue el lema que me siguió este periodo, y no mentiré… lo llevé a cabo, he hecho las cosas que me imaginé haría desde que era yo un puberto de 13 años.
A lo largo de esta década he despedido a mi hermano, a mi mejor amigo, tíos, abuelos, compadres de peda, y un amor que me prohíbo hablar, a quienes les mando un enorme beso; estén donde estén, seguramente se ríen de mí, de cómo me caigo y vuelvo a levantar sonriente; gracias, sus partidas, presurosas de algunos, esperadas de otros, forjaron mi carácter. Sin ustedes, Set no sería lo que es hoy: la excelente mezcla de lo erótico con lo tanático, que aterriza en un personaje a quien le pasan más cosas que a Homero Simpson.
Esta década la comencé con uno de los peores estragos que he vivido: el suicidio de mi hermano; siguiéndole con ser líder católico para la formación integral de niños y adolescentes tempranos.

El nacimiento

En el 2000 la vida no me preocupaba mucho en aquél entonces, todo consistía en estudiar, salir con mis perros, verme bien, echar la chela los viernes, formar líderes los sábados y leer lo suficiente para no quedarme callado en las pláticas de los domingos de sobre mesa con la familia. Pero el alcohol gritaba en mi cuerpo hasta que tuve que ser desintoxicado por este; la muerte de mi hermano creó un vacío que aún después de diez años… no puedo llenar; pero he aprendido a caminar con esto. A esto le sucedió un montón de cosas: ser expulsado del grupo de formadores, y enfrentar problemas familiares de alto grado. Pocas familias saben qué sucede cuando el primogénito muere y todo lo que esto conlleva. Definitivamente a nadie le deseo pasar por este dolor.
Ya en el siguiente año, 2001, las cosas parecían calmarse, pero cultivé semillas que años después germinarían en problemas complicados. Tenía ganas de que me pasaran cosas, quería forrarme de experiencia, abandonar el cuerpo y la mente de niño por convertirme absurdamente en adulto. Tuve mi primer trabajo y me acosté con alguien con quien en definitiva no debí. Después conocí al “grupo de los nueve”… una bola de treintones huevones que sólo buscaban el dinero fácil y hacer daño a la gente golpeándolos con guante blanco. “El que no tranza no avanza”, ese era el ideal que se perseguía. Los clientes eran aquellos peces gordos del comercio de la moda y la decoración del hogar (omito nombres para no provocar mala publicidad); ese año me fui de la casa, viví la época más recalcitrante: sexo, droga, ¡rock! En dimensiones complejas y hasta me atrevería a decir maravillosas, un mundo enorme se abrió ante mis ojos, salí al mundo, y pensé que éste era mío. Me regresé porque lo ofrecido por mi familia era más grande: dirigir la empresa de mi padre. Pero aún con todo esto, no abandoné la inocencia, fui chambelán de la que hoy considero, más que mi sobrina, mi hermana. La relación con mi primo-hermano, comenzaba a solidificarse… y caigo por segunda vez en problemas de alcoholismo.
Ya en el 2002 las cosas cayeron y vino a mí una transformación total, no… ya no era el mismo niño que soñaba… ahora era aquél hijo de puta que se crió con lobos y que aprendió a aullar. Abandoné la prepa, me hice de amigos pasajeros, de dinero que corría y se desaparecía de mis manos con la misma agilidad del agua de un río, lo mismo corrían amores que alcohol. El paso de mis 18 años fue la aventura más perdida en mi vida. Ya para el segundo semestre de este ignominioso año, me tranquilicé un poco, pero en sus últimos meses fui una cabra loca de monte que se peleaba con quien lo mirara feo, quería probar mi hombría. No recuerdo haberme roto el hocico por pendejadas como en ese tiempo, varias veces me apuntaron con una pistola... pero nadie se animó a jalarle a pesar de que los retaba.

La caída

2003 Podría decir que este fue el año más maravilloso de mi vida, salvo por unas pequeñas cosas. Regresé a los estudios preparatorianos, y conocí chicos de mi edad que eran igual de desmadre que uno. Algunos los jalé conmigo para realizar algunas fechorías de lo que hacía para tener dinero, uno de ellos se convirtió en mi mejor amigo. Creía poseer aquello que algunos llaman mala suerte, toque de la muerte; los accidente automovilísticos estaban a la orden de cada fin de semana, y en cosa de un solo mes… matan a mi mejor amigo, a otro le viene un accidente que lo deja en coma y en silla de ruedas, otro pierde a su hijo durante el desmadre con nosotros… trabajaba arduo con mi padre para tener un carro… pero a punto de irme por definitivo de la casa, porque mi vida me pedía no provocarle problemas a mi familia para no arrastrarlos… con todo lo acontecido en aquél mes de mayo… mi padre propone mandarme a Canadá con la condición de que yo pagara mi escuela con mis ahorros y él ponía lo demás, “porque necesitas descansar de esto, y nosotros de ti”, dijo. Y entre que tenía amores, romances, amigos… me fui despidiendo de mi querido México… Canadá se quedó con una parte de mi corazón, y ese país lo tengo grabado en mi piel. Recorrí este país de Toronto a Vancouver, subí hasta Alaska, y regresé parando por diferentes estados, viajé, tomé, me drogué hasta perder conciencia, me metí con cuanta se me puso enfrente, casi me caso en una de esas… fue el viaje de mi vida. Tenía todo pagado, no me preocupaba, comencé a disfrutar las pequeñas cosas del mundo, ver caer nieve, una puesta de sol, amanecer… supe por primera vez qué era amanecer con una mujer, y supe qué se siente la vida en pareja… sí… me junté con una japonesa que estaba dispuesta a todo… maldito el momento en que me llené de miedo y dije basta.
2004 Al regresar de Canadá, las cosas estaban puestas para hacer mi vida con orgullo, en la primera semana de mi regreso, noté que las cosas habían cambiado. Mi padre cerró el negocio que tanto dinero le había dado, me ofrecieron trabajo aquél grupo de los nueve que consistía en robarle a una compañía celular y fabricar las primeras y únicas monedas falsas en México; los amores se me ofrecían como caviar en una fiesta elegante. Tropecé con una alcohólica, misma que dejé por el tormento de nuestra enfermedad, la cual provocó peleas intensas con mi familia. Y de pronto vino una luz a mí, y dejé todo: las tranzas, las mujeres, el dinero, los vicios… y me sometí a un buen tratamiento espiritual que ya mi alma demandaba. Tenía que parar… y paré. No mentiré, ha sido de las depresiones más duras en mi vida; no todos los días se deja aquello con lo que los humanos nos sentimos felices, pero todo eso vació mi existencia, era un mocoso de 20 años a quien le pasaban cosas. Ya en el segundo semestre, una señora me pide dar clases de regularización a una niña de seis años, ella fue quien me salvó y devolvió mi sonrisa, mi risa que se había extinto, me reparó el alma, Dios bendiga los niños. Y las cosas mejoraron. Un judío me ofreció trabajo como organizador de ferias y venta de muñecos con amplio éxito. Quizá no volveré a ganar tanto dinero como en ese entonces, pero era dinero real, limpio, que me gané con cada gota de sudor y desvelo. Pero era muy joven aún, no había terminado la prepa y ganaba bien, empecé a viajar a diferentes estados de la república y nunca me iba solo. Le ofrecí trabajo a dos de mis amigos, uno de ellos se volvió mi socio, aquél que me metió en todo el desmadre de la tranza, era el mismo que se decía ser mi mejor amigo-socio.
2005 Comenzamos el año con todo, pusimos carretas y locales en diferentes plazas, económicamente… me daba el lujo de hacer apuestas en el hipódromo, en el dominó, compré mi carro y los romances siguieron apareciendo a pedir de boca. Casi me caso de nuevo, pero yo no amaba, sólo me volvía loco su cuerpo, y al decir “yo no quiero casarme”, conocí entonces qué era una mujer despechada. Ya antes de realizar otro viaje, destrocé mi carro y dejó de irme tan bien, pero no tanto. Y aquí vino una de los momentos decisivos de mi vida emocional, mi primer amor, Lorena, me hizo el favor de casarse, la vi marchar en la alfombra roja de la mano de él… por quien nunca pude concretar el amor con ella. Mi mayor gusto… fue que me vio y se dirigió a mí como si nada existiera… y el ya su esposo, le dio un jalón para que no lo dejara. Dios no me dejará mentir, es gracias a ella que escribo, puedo contar muchos poemas dedicados a sus ojos siempre verdes.
En eso pasó el viaje y viraje que cambiaría mi vida y mi esencia: Tabasco. Cometí errores estúpidos ahí, el calor, las mujeres, el dinero y el alcohol fueron la principal causa de mi perdición y odié el sol, pero supe, gracias a eso, que no era bueno jugar con los sentimientos de otras personas: no es lo mismo llorar a que te lloren. A mi regreso, los problemas me esperaban con cinturón en mano. Mi mejor amigo me había robado el carro, mucho dinero y a mi mejor amiga, sea de paso. Demandé, me demandaron, y los demás amigos se alejaron porque ya no tenía dinero, menos mi primo y mi buen Carlos (hermano del amigo que mataron). Entonces supe qué era amar a Dios en tierra de indios. Ante estos golpes certeros, de cobro de factura, me decido a terminar la prepa y a comenzar mis estudios universitarios. La filosofía cambió drásticamente mi vida… envuelto en este cambio conocí a Tania, la primera mujer que pisa suelos setianos. La química sexual era impresionante, la intensidad de amor, de gritos, peleas, viajes, celos, llantos, infidelidades, filosofía, discusiones… mierda… ese amor plagado de pasión se lo bebió Acapulco después, ahí comenzó la tradición de aventar a mis grandes amores al mar. Terminé este año con el corazón hecho pedazos… ella me había dejado por el instructor del gimnasio, un golpe muy grande a mi ego… pero no tanto como el amor a ella. Todo lo que nos dijimos al final, sirvió como catalizador para que ahora seamos grandes amigos.
2006 Abrimos el año… el más tranquilo de esta década. Aquél viaje de Acapulco me ayudó a superar a Tania, mi hermano y yo nos ligamos a una chica, y sucedió su primer trío. Fue el mejor viaje, juntos, nos entendimos y supimos que de ahí en adelante seríamos más amigos que hermanos. Para entonces comencé más a dedicarme a la cultura, aprender italiano, latín, perfeccionar el inglés. Tuve romances sin trascendencia, sólo me dejaba querer por quien deseara mi cuerpo y quisiera pasar un rato tranquilo. Hice las paces con mi familia, porque ya me lo debía… y llegó a mí la paz que tanto ansiaba. Ya después Tania se fue a Francia, y volví a sonreír. A su regreso, no sentía nada más.
2007 Empecé el viaje que me había propuesto: ser escritor. Me aceptaron en la SOGEM, y llevé entonces dos escuelas a la par. La exigencia académica era mucha en ambas escuelas y… Sofía. Una mujer que si bien no amé, me dio otro significado de lo que era el amor bonito. Hablar con ella era una poesía cuando platicábamos, con mucho cariño y una dulzura casi incomprensible. Pero los demonios de mi cabeza volvieron, y al ser yo su amante, tuve a la mía. Esto, aunado con su cáncer, terminó por decirnos adiós.
Para no dejarme caer, me llené de actividades, todos en la escuela me culpaban de aquella fallida relación y me volví una sombra allá, por lo cual tuve que buscar y encontrar salida a esta pulsión tanática. Y ahí estaba yo en este año, con dos escuelas, teatro, danza contemporánea, italiano y latín. Ese mismo año conocí a una mujer que se convertiría en una de mis más altas confidentes, aunque tuve un romance con ella, casi la mujer de mis sueños, por una cosa u otra, nada trascendió más que una bella amistad, nos conocemos tanto que podemos darnos el lujo de echarnos la mano y vernos para mandar al mundo a volar, es de las mejores personas que he conocido. Llegué a finales de año en el hospital, mi cuerpo se puso en huelga de tantas actividades y pocas horas de dormir. Pero de nueva cuenta, estaba parado como roble, y contento de estar vivo… Cuando uno ve a la muerte de cerca, tiene otro significado la vida.

El resurgimiento

2008 Y conozco a Alejandra, mi relación más larga, ella era única, quizá la quise por eso, a veces la amé, pero siempre hubo pleitos, groserías, sexo intenso, viajes, infidelidades (de mi parte, he de aceptarlo) que simplemente hizo que nada prosperara. Los dos nos unimos a sabiendas que seríamos el último amor para cualquiera de nosotros… siempre pensé que ella sería de mí eso… y no fue así. Empecé a trabajar en revistas, a publicar artículos, a consagrarme como escritor, publiqué la primera antología de poemas, bajo el título: “La religión del beso”; mi más grande logro literario con sólo 300 copias vendidas. Para finales de este año, vi que mi vida ya era otra, estaba estable, con trabajo, con novia formal, todos pensaban que ya me iba a quedar ahí, menos los involucrados; con una carrera que empezaba a despuntar; y celebré ese fin de año como se debía: hacerle el amor a mi novia, visitar a su familia, estar con la mía, y un buen puro al final, este año… estaba totalmente orgulloso de mí, me convertí por fin en lo que me había imaginado.
2009 Seguí cosechando logros en los medios impresos, publicando artículo sobre sexo, amor, religión (aunque para entonces mi fe era otra, ya no había), arte, historia, filología; comencé los estudios de Griego Clásico, trabajé para otra revista, dirigí otra más, me acercaba al final de la carrera… y comenzó a caerse después mi relación con Alejandra para el segundo semestre de ese año. Ya las cosas no funcionaban, por lo que tuvimos que darle paso a otros amores, a otras historias. Y cometí uno de los peores errores de mi vida, meterme con el primer amor de mi hermano. Pero también tuve un excelente acierto… darle el final feliz a la historia del último amor de mi hermano mayor, al acordar vernos y reírnos de la vida y del cómo fue que cada uno superó ese dolor. Me iba bien económicamente, si no tanto como en años anteriores, tenía una satisfacción total al ver mis textos publicados en diferentes revistas: Zarabanda, PENTHOUSE México, SELECTA The Art of Living, Ciudad Entrelíneas, Avatares, Intersticios, por mencionar unas. Ese año fue raro, tenía razones para celebrar por ver erigirse mi carrera… pero el dolor aún no superado del todo con Alejandra, y el idilio con Angélica… hicieron que pasara un fin de año envuelto en la soledad; ese fin me enteré que la última estaba casada, divorciada y con pareja, y pasó hablando conmigo esa madrugada mientras su amor dormía bajo el mismo techo que ella... jurando por su madre que me amaba… supongo que madre no tenía.

La reflexión

2010 Que año… enserio… pudo haber sido el mejor de esta década… casi lo logra de no ser porque me encuentro llorando al amor de mi vida. Este año comenzó con mucha alegría, desprendido de todo, triunfando en mi carrera, portándome mal con mi mejor amiga, Berenice, dejándome seducir y seduciendo a la vida. Estaba siendo feliz totalmente, en el viaje de graduación abandoné a la última persona que quiso hacerme daño, aunque no lo logró del todo, en las playas de Ixtapa.
Publiqué un libro en co-autoría, que lleva el nombre de “¿Amor?”, con más de 2000 copias vendidas y ahora en 2ª edición; al cual asistieron mis grandes amores: Lorena, Tania y Alejandra. Abrazar a Lorena ese día después de años fue sublime, mi corazón parecía tambor africano por saberla cerca. Tania celebró conmigo durante la noche este logro literario, donde pasamos recordando lo que nos había pasado, lo que hicimos y lo que faltó por hacer. Alejandra, ella fue, me vio, me abrazó y siguió su rumbo… con su actual pareja. Ella en unos meses se casa, y me da gusto.
Pero dentro de toda esta felicidad, se añadió aquella que me ha dado los mejores momentos de mi vida: Ximena, un amor de fantasía, de belleza, de sueños, de planes y el mejor sexo de mi vida... A quien hoy por hoy le lloro, con quien conocí el amargo sabor de rogar, de suplicar, de humillación… pero también de amor verdadero, si tenía que conocer al amor de mi vida, en este milenio, me da gusto poder decir que le abrí la puerta y que la amé con total entrega, sin límites. Un amor que dejé lo tragara el mar de Veracruz. Mi niña hermosa, fuiste la más pequeña… pero la más grande de todas.
Comencé a trabajar para otra revista, declarada la mejor del mundo: Amura y Real Estate, la cual estuve coeditándola; pero los celos laborales en este medio son fatales, y en un cuatro mal puesto, mi jefa y yo perdemos el empleo, “hay quienes porque su enemigo pierda un ojo, ellos pierden ambos”. Esa misma noche me dice el amor de mi vida que ya tiene pareja… y vi mi mundo perfecto desmoronarse hasta caer en un vacío existencial del cual busco reponerme pronto para el siguiente decenio, ya alguien toca mi puerta… aunque aún no estoy seguro de atender su llamado.
Al término de esta década me encuentro en reconstrucción, sin empleo, sin amor… casi sin amor; y al revisar esto… veo que hice mucho… pero nada a la vez, lo único que tengo de eso son fotografías de los años mosos… no presumo bienes materiales, sólo una amplia experiencia a mi corta edad. Pero ya vienen tiempos mejores, parece ser que dirigiré otra revista en cuanto comience el año; un buen amigo de la familia, dueño de Dormimundo, jefe de su congregación judía, me recomendó en una editorial. Amores que ya me gritan, mi vida que ya me exige abandonar definitivamente el nido, salud… me indican que el próximo año será mejor. Este es en el que más he escrito… este año mi creatividad alcanzó la potencia que necesito para empezar de nuevo.
Aunque este 2010 lo termino como empecé la década, con el corazón roto, por un abandono, si bien no es una muerte, lo es de cierta forma, ya las cosas comienzan a acomodarse. Siempre he estado listo para vivir y enfrentar cruentas situaciones, adversas; sé que hace unos días tuve una epifanía, y a lo mejor moriré solo… pero mi muerte no pasará en vano. Lo mejor que se puede hacer en esta vida es tener familia y escribir un libro… Y estamos en eso: “Después de ti…” la novela que escribo, porque las piezas del rompecabezas ya están, significará el tercero y el lance al culmen de mi oficio. Verá la luz en el siguiente decenio, donde cosecharé triunfos… “las aves no deben ser enjauladas, ellas son del viento, ellas son del aire… y su amor demasiado grande para cuartarlo”. Soy viajero, soy un ave… y por tanto acaricio el cielo. Lo demás, se dará por añadidura. POR UN IDEAL, SE VIVE, SE LUCHA… SE TRIUNFA.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Después de ti. Carta I


Aquí todo sigue igual que antes, quizás un poco diferente, pero aún en el mismo estado. Comprendo que ya soy viejo para esto, pero aún muy joven para tener un corazón roto, arreglarlo llevará su tiempo; por eso te escribo, a lo mejor por no perderlo, o dejar de hacerlo hasta que pierda sentido… como sea, no todos los días se pierde… lo que vendrías siendo el amor más grande que he tenido.
Ahora que estoy quebrado hablo conmigo mismo. Venimos solos a este mundo, y tal cual debemos irnos, las coincidencias pueden ser parte del espejismo de nuestro deseo de no estar solos. Pero supongo que para dar mi conclusión final en estas reflexiones, tendré que morirme. Soy muy joven aún… pero siento que algo se ha perdido en mi vida, todo te lo llevaste, menos los recuerdos, pero qué hago con ellos. Es tan difícil esperar cuando lo he hecho ya en otras vidas y en otras muertes, te encontré en esta en un lapso de tiempo, nadie me dijo que sólo te tendría por un instante… podría esperarte más de mil años, tengo las razones para hacerlo, para platicarte de los cambios en mi vida, en mi muerte, y tendré tiempo después para saber de la tuya si coincidimos de nuevo.
Sin embargo, creo volví a nacer el día que te aventé al mar… el mar… esa noche morí, una parte de mí aún se quedó para saber si era cierto que había muerto, la noche que te fuiste morí de cierta forma, ahora que vuelvo a nacer, espero encontrarte algún día… quizá cuando ya no te necesite, quizá cuando deje de amarte o cuando puedas sentirte orgullosa de mí.
Qué pasará contigo… qué pasará conmigo… tan bien te conozco que sé dónde estás ahora… ahora que estoy solo en casa, que nadie ríe y me acompaña, entiendo que el poder del silencio es más fuerte que la muerte, se ahogan emociones que se activan con la presencia de las sombras, donde te descubrí en una de ellas a media noche mientras me amabas, en este valle azul en el que me sumerjo todos los días… si alguien me hubiera dicho que terminaría de esta forma, y tuviera la dicha de elegir si vivirlo de nuevo, lo viviría con todo lo que conlleva. No sé, quizá en la próxima haga mejor las cosas.
Ahora que emprendo el camino a casa, dejar que el velo del olvido nos cubra, entiendo que esto lo he hecho más de dos veces, es mentira que el primer amor jamás se olvida… no fuiste la primera en irte mientras yo amaba, pero tampoco serás la última, pero en esta ocasión debo aprenderme el camino para no perderme como en esta ocasión. Antier recibí un "gracias por haber existido en mi vida", algo ha de haber pasado durante el día que hizo te despidieras de esa forma, no quiero saber qué fue, por eso ayer me dejé llevar con la corriente, pero sigo sin poder hacerlo.
He buscado reemplazo en otros pechos, en otras manos, pero no eres tú, ni huelen a ti… rendido caigo en la miseria de haberte perdido… y ahora estoy más solo. Alguien me dijo que esta tormenta se avecinaba, y me vuelvo serpiente de agua encontrando sin buscar; me dan teléfonos, se acercan, me llaman… y en todo eso encuentro la profundidad y la inmensidad de tu ausencia… tendré que salir de ti, sin ti, aún cuando sabía que esto pasaría, no escuché las voces de mi cabeza y dejé quebrarme al unísono de la ola que se rompe en la playa donde lamenté tu marcha. Hoy nado camino a mi casa, sin ti, para seguir adelante… a sabiendas que a los dos nos irá muy bien, pero aún no sé cómo hacerlo...