viernes, 20 de enero de 2012

No me odies, te lo pido




Me gustaría decirte
“No te preocupes, todo estará bien”…
Me gustaría decir
Que los días pasarán
Y que encontrarás amor
En alguien mejor que yo…

Si al menos pudiera convencerte
Que no te merezco
Que no te hago falta
Que no te soy necesario

Si pudiera…

Que no me mires a los ojos
Cuando esta tarde me despido
Que no digas palabra alguna
Mientras me ves partir
Que sueltes mi mano…

Y que no me sigas.

Si pudiera hablarte con sinceridad
Y platicarte acerca del fin del tiempo
De los ciclos, del futuro y la esperanza
Si al menos creyera la mitad
De la mierda que esta tarde te digo…

Si no tuviera que mentirme
O morderme la lengua…

Deseando que no fueras tú…
Que fueras la última de mis putas tristes
La más traicionera
Y la odiosa como un amor anterior…

Pero eres tan perfecta
Tan exacta

Que no me atrevo a tocarte ya siquiera
Si al menos no fueras tú y fueras la otra…

Te dejaría entre lágrimas, gritos
Y azotaría mi cabeza al suelo
Rompería mis labios y me arrancaría
La piel con las uñas
Escupiendo tu nombre…
Pero no… tenías que ser tú.
A quien no me atrevo lastimar
A quien prefiero tener toda la vida
Pero sin estar contigo.

Si confesara, amor, que no soy perfecto
Que el hombre de tus sueños,
De tu vida… es sólo otro mamón más…

Pero que no quiere lo odies
Cuando mañana… al abrir tus ojos…
Sea nuestro primer día separados

Cuando sientas la cama más grande
Cuando en el clóset sólo haya ropa tuya
Cuando en el baño este solamente tu cepillo

Cuando llegues por la noche y te veas sola.

No me odies
Te lo pido.

miércoles, 18 de enero de 2012

Cuando nada tenga



Cuando seamos nosotros otra vez
Por un corto tiempo,
Quizás por un respiro,
Una leve mirada

Y luego vernos después
Sonreír
Sin tener que separarnos…

O sin haberlo hecho.

Cuando la cotidianidad
De los días nos embarguen
Cuando el amor sea un estado de comodidad
De haber estado juntos mucho tiempo

Cuando nos alcance la costumbre
O cuando el estar juntos signifique ya no separarnos

Cuando sean tantas despedidas
Que ya no quepan los versos,

Cuando nuestra memoria
Coleccione ya tantas fotografías
Que se desborden al suelo

Y sólo nos quede seguir sonriendo…

Cuando ya nada tenga

Cuando nada sienta…

Cuando el olvido nos alcance en la desesperación
Y nos volvamos extraños en la cama
Donde el espejo reconoce la indiferencia

Cuando en la casa ya no quepamos
Y en vez de sonrisas haya lágrimas

Cuando en vez de pláticas
Sólo estén los reclamos
Los gritos
Y azotemos la puerta para no escucharnos
Para ya no herirnos…

Cuando amanezcamos
Cada uno en su orilla
Y no sepamos más de besos dulces
Ni nos demos los buenos días…

Cuando la conversación se atore
En un “¿vas a salir?”
Y asintamos sólo con la mirada

Cuando el desayuno se tome en la oficina
Cuando al llegar a casa
Sólo esté el sonido del televisor
O del teclado frente a la computadora…

Cuando nos enteremos
De nuestra vida por Facebook
Y perdamos el gusto de tocarnos en la noche

Cuando los detalles de cada uno
Sean ruidos molestos
Y queramos salir de la casa
Y llegar lo más tarde posible

Cuando las canciones de antaño
Que nos unían en bailes y besos
Sean razón para cambiar de estación.

Cuando en un gesto de amor
Nos respondamos con una mueca
Y sólo estemos si algo malo nos pasa…
Cuando exista más el chantaje
Que la petición con cariño
Y nos culpemos de todo
Y ni siquiera podamos hablar
De nosotros con otros…

Cuando lo último que veamos
Sea ya el despertador

Cuando el tiempo nos haya unido tanto
Que nos separe…

Cuando nos volvamos distintos
Distanciados…

¿Te acordarías de mí con amor?

De la sed



Y hasta que deje de llover…
Te habrás ido como el agua.

Déjame salir en una lágrima
Que como río llegue aquí.

No podría cambiar las estaciones
Refugiándome en la burbuja
Donde no corra el viento,
Por eso me guardes... no te salves.
No flotes, vuela en mi aire,
Déjame acomodar en tu cuerpo,
Cosquillearte por las noches en tu soledad.

Luego aviéntame en un grito
Cuando quieras no verme,
Y regrésame en una copa
De vino que respira abandonándose
Recuperándome

Eres tan fácil y mortal como respirar
Así ha sido y será, es necesario
Así es la vida, así es la muerte
No quiero ser la muerte para ti...
Sólo quiero que con un beso
Mostrarte cómo darle a un momento
Un aire de inmortalidad
Es por eso que siempre me verás regresar a ti...

Hasta que caiga el sol.

Es por eso que volaré a donde me lleve el viento
Por eso eres agua... me das vida
Y yo aire que te deja respirar
Y te acomodo en un lugar lejos
De los pedazos rotos
De los fragmentos de cristal
Que no levanto para no cortarme
En mi boca te llevo porque sabes mejor;
En mis manos te dejo para no olvidarme de escribir
Y en mis ojos para seguirte viendo

Tu historia fue tan corta que dura todavía.

De los olvidos




No quiero ser un nombre más a la lista
Enfrascado en un caja vieja…
No me pongas ahí con todos los demás.

Aunque la caja sea de cristal
La caja, es caja al fin...

Estropearían las alas y no tendría libertad:
De volar a ti
A mí.

Si fueras aire ya estarías
Abrazándome en este momento.

No... ya lo haces con cada palabra
Mientras lees…
Ya lo haces mientras escribo.

Me gusta oírte, verte, tocarte
Sentirte alucinante, y soñarte.
Saberte frente a mí...

Ayer entraba de esa forma en tu cuerpo,
Creando delirios sobre tu cama desnuda.

Es otra de esas noches detrás de la ventana
Por andar pensando en tu paso
En tu aroma mezclado de naranja y café.

La noche y el viento



Sopla el viento en mi rostro
En este momento para saber que estas aquí.

... Estoy ahí; en cada uno de los pedazos rotos
Y cenizas sobre la cama,
En cada rincón desnudo
Como pluma de ave que abandonó el viento.

No quiero dejarme dormido,
Pero si al tiempo de lo prohibido y lo ajeno,
Ese poeta mira alrededor toda la poesía
Y poco espacio para acomodarla...
Entonces hay sueños
Que a veces prefiero dejarlos ahí
Para que no dejen detener su encanto
Y no mezclarlos con la mundanidad de mis días

Ese es mi miedo, corazón...
Porque apenas te he rozado con mis dedos
Y tengo ya con qué inmortalizarte en el pensamiento

Absorbiéndote en cada abismo del deseo,
Donde soy tan pequeño y frágil
Que me desmorono apenas sientes mi pecho.

Sí, más no tengo…
De tenerte no estaría aquí refugiándome
Del frío, tratando de calentar mis manos
Con tu recuerdo.
Una noche vuelta tarde
Suspirando tu ausencia en el delirio
De una palabra dormida,
Casi irreal como encontrarte por la mañana,
De cándida sonrisa, encantada...

Me inyectas tu veneno en cada prueba
Y tentación melancólica...
Saberme contigo ha sido la más cruel de mis agonías.

De tenerte por instantes
Como se detiene el viento
En los pulmones
Y salir… sin regresar a ser el mismo.

Cuando hablé de ti...




Hoy hablé de ti...
De tu sueño y fantasía…

Hoy hablé de ti como si nada valieras,
Porque de tener un precio
Entonces mis bolsillos rotos no alcanzarían
A cubrir el precio que traes puesto en tus ojos.

Hablé de ti porque a veces te tengo,
En un instante, quizás en un nudo interno.
Hablé de ti como si fueras un libro abierto,
Una letra escondida en una página en blanco:
Atorada entre mi pluma y el silencio.
















2011

Por todo lo bebido
Por todo lo fumado:

Por las cosas que debimos decir
Y por las que no dijimos
Por las cosas que debimos hacer
Y también por las que no hicimos

Hoy callo mi mente
Entorpezco mi lengua
Descanso los dedos
La imaginación…
La magia…

Por los amigos nuevos
Y más por aquellos viejos
Por ella, por la otra,
Por la que nunca estuvo
Por la mentirosa
Por la entregada
Por mi madre
Y por la que está a mi lado

Se abren las flores
Llueve noctámbulo
Y se atropellan las ideas

Música suave
Reflexiones, recuerdos

Hoy también me abro
Como los libros leídos
Como los seminarios.

Por mis hermanos
Por los nuevos miembros
Por mi padre
Y mi hermano que en paz descanse

A quien liberé este año
Ahora soy yo mi protección
Mi guía:

Los vuelos al sol
A los infiernos
He caído más veces
De las que pude haberme levantado
Pero continué volando

Dejé de matarme por las noches
Abandoné mi muerte constante
Me he iluminado.

Ahora recorro con la mirada fija
Los días pasados, enteros
Frágiles con el presente
Suspiros que desperté en mi cama
Respirando humo
Exhalando fuego de todos mis fuegos:

El suyo…

Este mi año fue más tuyo
En cada viaje
En cada cena

En las visitas a los hoteles
Cantando orgasmos
Sobre las sábanas
Sobre mis manos, mi boca

Muerdo mis labios
Y sonrío
Con el corazón desnudo
Mi piel
Tu piel…

Y me vuelvo extraño
Diferente, soy el mismo
Incierto, fluido
Más extraño, quizás

¡Pero con la misma voz!

Me he encontrado
Recuperé mi identidad
Ultrajada en un disparo
Doce años atrás

Que Dios bendiga este año
Si es que no lo veo
Que la vida me recoja
Y me vierta en su sangre

No hay por qué temer…
Dejo de ser cobarde
Sino un sabio, un hombre

Perdono mis errores
Los de ella, los de la otra
De las que fueron
De mi familia
Los de mi padre
Y de nuevo los míos

Escupo estrellas
Pequeñas titilantes
En las derivas y rastros
De rostros ajenos
Que ya no veo
Pero tampoco me urge verlos.

Por la madriza recibida
El botellazo en mi cabeza
Por la lección de humildad
Por la ayuda ofrecida y recibida
Por los buenos ánimos
Y excelentes noches de sonido y furia

Hoy la besé como si fuera mi última noche
Y agradecí a mis amigos como si fueran únicos
Reí con mis padres como si fuéramos dioses
Y me senté a descansar y a comer
Como si fuera un príncipe.