Una persona amó y fue su infierno, la otra nunca lo hizo y fue su condena...
Sin palabras termino
con la boca seca
los ojos secos
y mis manos destruidas…
Se siente un liviano olor a muerte:
paso sobre rostros enterrados
entre las tumbas y las jacarandas
de ser una gloria a un momento olvidado.
Momentos pendientes sacudidos
como un rocío ígneo de tu fogata
quebrada rama cansada de tu fuego
no se ríe
no se llora
no hay nada.
La esperanza acaba
y nada pasa
como una ola estrellada
como una playa espumosa
pero negra derramada sobre mis páginas…
Como petróleo extendido sobre el agua
y sólo hablo de agua
de lluvia
de penas…
A penas comienzo a vivir mi vida
y mi alma se siente vieja,
agonizando…
Se muere la esperanza,
ha sido llevada por el hastío
trago de vino que libera
me libero…
Los días se hicieron tardes amargas
cada puñalada recibida, una sonrisa
y sólo tengo eso para seguir en la pista
bailando sin esperaza propia ni ajena
no existe palabra de consuelo o firmeza
que da el orgullo de ser tempestad en desierto
¿a quién le lloro ahora?
El amor acaba donde hay vida
encuentra su muerte y te olvidas…
No hay besos ni despedida,
la oportunidad se ha quemado
el viento se llevó las cenizas.
De rodillas imploro la sentencia
pagando voy con sangre de cordero
disfrazado de lobo, o lobo de cordero
soy sólo una cría…
Un gato citadino
una estrella extinta…
una bala detenida.
No hay más susurros
ni besos a distancia
tampoco hay abrazos
menos un aliento…
Sólo soy yo,
solo he venido
y solo me arrojaré al vacío.
No es siniestro
el sol ha desaparecido
tu sonrisa, tu silueta
y la libertad de otro camino…
Camino en la rivera de tu casa
cazando la liebre herida
te oigo, pero escucho nada
ni el viento, ni el silencio
ni mi conmigo
ni a ti contigo
hay obscuridad en un valle de lágrimas
y voy gritando sin ser atendido
sin ser, sin ser… Soy del río.
La pesadilla de un dios dormido
voy fluyendo sin ser conocido
ni me recuerdo en ti haber sido…
Mera ilusión de lo no vivido.
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