lunes, 11 de febrero de 2008

Apariciones

Vienes y te vas, confundida palomilla ante la luz electrizante que un ocaso nos vio enredarnos, más tarde otro de ellos nos hizo presos y te fuiste corriendo para no entretener más tu boca del dolo de querer borrar una imagen en tu boca concebida por otro viajero libélula que te ha dejado.
No puedo saber el llanto llano silencioso de tu último encuentro... Más te vas y huyes de que pronto descubra el misterio que los arrayanes cuidan esa huella maligna que te acosa sin ser mi lengua viperina quien se lleve con una ola aquél amor añejo del cuál sigues escondida.

En el sueño roto del hada
ahorcada pendiendo de un árbol
como péndulo se balancea sin movimiento
en la aldea seca de árboles enverdecidos
con hojas obscuras y brillantes de su mirada…

Tus alas caídas de recorrer tantos templos
emociones te amarran al unísono de la flauta
dejando rastro en un bosque de perlas
evadiendo la realidad del rosado de tus labios…

Desapareciendo tu silueta en la mañana…

Recordando que tus prontas manecillas tienen prisa…

Absorbiendo el calor de tus piernas enardecidas…

Y no te encuentro en el tipi tipi de mi lluvia.

La marca de tus dedos en mi espalda
es igual al ritmo de tu voz incandescente en mi oído
aún cuando adviertes miedo y peligro
tus manos han sido ese leño de esta noche estrellada

Aún cuando no veo y no siento tu espera

Aún cuando volteo y te veo gravada en mi tierra…

Así es cuando siento sentirte latiendo traspasando
levemente mi voz de océano…

Recostada sobre mi pecho de hiedra…

Cuando colocas tus párpados soñando mi sueño
donde un sonido arrulla y vigila tu silencio.

Vas plantando una orquídea roja en mi boca
siendo un misterio de contenerte y salir corriendo
cuando el roce de tu rostro se pierde en mi niebla
arrastrándote por debajo de mi sentido opacado y ciego…

Escribo peldaños en letras para robarte un beso
succionar el veneno que un año atrás de un día eres víctima
y regalarte una espina del rosal enternecido
para crear con mi trino de ave viajera el carmín de tu rosa…

Enterrando mi corazón entintado al tallo de tu aventura.

Cierro un atardecer mientras te beso dormida
los maitines en mi vida se cierran en tu laberinto:

Ven y vete tres veces tres con el agua de mis raíces
te pierdo y te recupero en la zozobra de un fugaz encuentro
y te sigo viendo y te sigo despidiendo sin hallarte a mi lado
perdiendo la rapidez de tu río con desembocadura delta mi delirio

y son delirios en mi cabeza de lirios tras tu partida
en un invierno lloviente estremecido de quererme lejos

mientras sordo me quedo cerca…

Haz del aroma de tus uñas mi prisión blanca
marfil de los incisivos en mi cuello
clava tu pulgar en mis llagas
y saborea lentamente la proximidad de mi cuerpo…

Ajeno pordiosero al tuyo
bifurcado río europeo mi piel en llamas
cuando confundida te sientes lejana negando mi boca
que aturdida llega de saber que pudo estar en la tuya…

Anida tus alas de hada en mis brazos
corta la soga atenida a la rama
y haré de mis ojos tu alimento
metiendo tu brasa a mi garganta…

Regresa en las tardes empedradas
colmando con millares de trazos celestiales
dibujando en el húmedo jardín la crucifixión de mi existencia
clavándome a tu cruz que un par de noches tus labios fueron madera.

No te detengas…

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