Sopla el viento en mi
rostro
En este momento para
saber que estas aquí.
... Estoy
ahí; en cada uno de los pedazos rotos
Y
cenizas sobre la cama,
En cada
rincón desnudo
Como
pluma de ave que abandonó el viento.
No
quiero dejarme dormido,
Pero si
al tiempo de lo prohibido y lo ajeno,
Ese
poeta mira alrededor toda la poesía
Y poco
espacio para acomodarla...
Entonces
hay sueños
Que a
veces prefiero dejarlos ahí
Para
que no dejen detener su encanto
Y no
mezclarlos con la mundanidad de mis días
Ese es mi miedo,
corazón...
Porque apenas te he
rozado con mis dedos
Y tengo ya con qué
inmortalizarte en el pensamiento
Absorbiéndote en cada
abismo del deseo,
Donde soy tan pequeño y
frágil
Que me desmorono apenas
sientes mi pecho.
Sí, más
no tengo…
De
tenerte no estaría aquí refugiándome
Del
frío, tratando de calentar mis manos
Con tu
recuerdo.
Una
noche vuelta tarde
Suspirando
tu ausencia en el delirio
De una
palabra dormida,
Casi
irreal como encontrarte por la mañana,
De cándida
sonrisa, encantada...
Me
inyectas tu veneno en cada prueba
Y tentación
melancólica...
Saberme
contigo ha sido la más cruel de mis agonías.
De
tenerte por instantes
Como se
detiene el viento
En los
pulmones
Y
salir… sin regresar a ser el mismo.
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