Te amo por ser independiente, por tu lucha, tu carácter,
por lo que no sabes e investigas, preguntas y confrontas, te abres al diálogo y
propones alternativas para salir avante aún en los momentos obscuros donde un
día parece una película de drama o tragedia. Te amo por quedarte callada, por
expresar tus emociones, tus sueños, por no ahogar tus lágrimas y reír hasta que
el llanto brote por no contenerte e implotar en silencio.
Te amo porque no tengo nada que decirte, amo tu
fragilidad, tu presencia, tu caminar rígido, decidido, por saber pedir ayuda y
tender tu mano si alguien la necesita, porque inspiras a unos y te admiran
otros.
Amo tu perseverancia, la constancia de luchar hasta
obtener lo que quieres, lo que te gusta y no abortar con rapidez cuando
escuchas un no, te amo por ser ejemplo de mujer independiente, de bélica
hermosura y aguerrida templanza.
Te amo porque tengo opción de no hacerlo, te amo libre,
sin ataduras o desconfianza; te amo por saberte tan mía que no existe duda de
que tu sexo es sólo mío… tu sexo, esa inagotable fuente de bendición que me
trajo a casarte contigo, no tienes problemas en tus antojos y accesos de
saberte mujer plena, con plena conciencia de lo que te gusta y no, amo que tus
límites son los que tú misma te pones y que te interesa o no rebasar, amo que
no hay quien pueda disuadirte de tus orgasmos y satisfacciones, por detenerte
al encontrarte abusada y liberarte al saberte amada.
No podría amar a una mujer que no es independiente, por
eso te amo, porque no me necesitas, porque tienes opciones, por permanecer y
entregarte, por comprometerte y jurar hasta la muerte que conmigo a la tumba
irás y quizás al más allá.
Te amo porque no conoces el límite del amor, porque no te
interesa encontrarlo y porque te descubres que puedes dar más, porque retas mi
intelecto y desafías mis experiencias, porque hablas, hablas y gritas si
necesitas que te ponga atención, porque exiges sin esperar lo mismo, porque te
sabes lista y con derechos de no pedir, de pedir por favor; porque agradeces y
eres reflexiva, por saber lo que quieres y lo que no, porque eres inquisitiva
con mis fallos y me orientas para no repetir aún en mi necedad, aun cuando yo
como hombre viva en un eterno recreo de mi niñez atrasada; te amo porque al
leer esto sabrás que es para ti, mi mujer independiente, mi amante y amiga, tú…
mi compañera de viaje, mi hermosa esposa.
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