domingo, 21 de febrero de 2010
Carta de vida
Quise bajarte un ramo de estrellas y servirlas en la luna… pero en vez de eso, sólo se me ocurrió lo siguiente:
Quiero tenerte un año como amante, otro como mi pareja, y luego, que una mañana, así sin más, vengas a tocar mi puerta con todo y maletas. Persigo un fin, por supuesto: deseo verme en tus ojos cuando vayas a dormir, cuando despiertes, deseo ser la primera voz que escuches y la última antes de abandonarte al sueño. Despertarte a la mitad de la noche con un beso en los hombros, acariciar tus piernas, penetrarte suavemente, después, cantarte para que vuelvas a dormir. Me gustaría observarte mientras duermes y hasta que tengas los primeros parpadeos. Quiero decirte cuando salga el sol: “¿qué quieres de desayunar?” Y que me esperes en la cama; darte de comer en la boca, verte… escucharte con atención y paciencia lo que quieras decirme.
Sería formidable llegar tarde al trabajo porque preferí bañarme contigo que hacerlo solo, o llegar tarde porque querías estar un rato más conmigo en la cama, o de plano, reportarme enfermo, cuando lo único que queremos es pasar todo el día juntos, es decir, que mi enfermedad sea tu cuerpo y mi veneno para poner de pretexto que estoy intoxicado.
Me gustaría esperarte despierto hasta que llegues a casa, nuestro hogar, si sales tarde del trabajo o porque te fuiste con tus amigas; pero me gustaría más que cuando llegues, sólo me abraces y decirme que te hacía falta y por eso tuviste que regresar.
Necesito, corazón, de ti… que estés conmigo y estar yo para ti, cuidarte cuando no estés sana, cuidarnos cuando estemos viejos; protegerte cuando los infortunios de la vida nos acosen, y ser tu pilar, ser tu hombro.
Quiero tumbarme en un valle contigo, y jugar a decir qué parecido tienen las nubes que mueve el viento; quiero salir a cenar, embriagarnos juntos y terminar riéndonos acerca de las calamidades e ironías de la vida; visitar a mis suegros, visitar a los tuyos, viajar, andar recorriendo carreteras mientras estamos en silencio escuchando música y viendo el camino; quiero andar por pueblos oyendo las leyendas que estos guardan, luego platicarlos contigo; quisiera que algunos días podamos pasear a nuestros perros juntos cuando vayamos a la tienda por cigarros o por la leche… y saludar a los vecinos; me gustaría tomarte muchas fotos, que seas mi modelo y yo quien retrate tus estados de ánimo o tus locuras… o las mías; quisiera contemplar el cielo infinito nocturno, creo entonces sí juntaría un ramo de estrellas y servírtelas en la luna, pero entonces ¿qué harían los amantes que sólo se ven de noche si te las bajo? Me gustaría que tuviéramos una canción para cantarla al son del mariachi o de los tríos, y bailar lentamente una música suave cuando estemos solos en la sala; tener, también, discos de música que han marcado nuestros momentos, y tener fotos juntos por toda la casa de los instantes que son eternos porque duraron un segundo.
Me gustaría ver películas los fines de semana y estar abrazados en el sillón, y más me gustaría estar leyendo agarrado de tu mano, o leerte, cada uno en un sillón y estar al pendiente del otro para rellenar la taza de café que nos acompañe, pero si interrumpes la lectura sólo para darme un beso… estarías firmando, entonces, tu condena de no librarte de mí… Si al menos me dejaras hacer la mitad de todo esto…
Me encantaría proponerte matrimonio de una forma que nunca olvides, pero moriría por casarme en la playa y aventar nuestras copas al mar. Caminar en la playa y dejar que nuestras huellas se las lleven las olas.
Esta carta, como puedes ver, princesa, no es una carta de amor, es una carta de vida, pues quiero compartir contigo todo lo que me resta de ella. Lo que te digo aquí, es porque anhelo compartirme, abrirme, comprometerme, pues eres tú lo más valioso de todos mis días, de todas mis noches, mi oración, mi suspiro, mi sed, mi alimento y mi delirio.
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5 comentarios:
cada pensamiento que tienes y que lo vuelves palabra y cada palabra que conviertes en sentiemiento, hacen que un cuerpo vibre, sienta y disfrute de ésto que sólo tú sabes hacer...me encanta tu carta de vida.
ay, nena... me sonrojas ;)Gracias por los comments y por seguir visitando el blog. Realmente lo aprecio.
Toda una poesía, es hermosa. Felicidades por tan bello don, el de la escritura. Un abrazo : )K
esta de lujo mi hermano!!! lo malo eske hay cada mujer mas fria!!!
no siempre uno tiene lo que quiere... a veces sólo lo que nos toca. El truco es, creo, hacer de un momento una imagen de eternidad. Amores vienen y amores se van.
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