jueves, 16 de diciembre de 2010

Nostalgia de la primera década VII



No es que sea un profeta, brujo o algo parecido, pero hay cosas que simplemente se sienten, no siempre porque estas responden a ciertos patrones, algunas sí y el resultado es casi obvio, quizá sólo se trata de sensibilidad. Pero sin querer he predicho cosas que, si algunas me han hecho sonreír, otras simplemente no son tan bienaventuradas. Aquí vas las 10 predicciones más importantes en esta década.

1.- Mi tía, quien era como mi abuela, andaba ya enferma de cáncer, pero lo único que sabían era que ella tenía mal las vías respiratorias por tanto cigarro. Sus hijos pidieron a las tiendas alrededor no venderle más cajetillas. Un día, de visita, me dice: “Ricky, me puedes comprar dos cajetillas, por favor, pero que nadie se entere”. A lo cual respondí: “tía, el vicio te va a matar”, y entre risas me dijo, si me muero tendrás tú la culpa por alcahuete. Sonreí, le compré sus cigarros, al dárselos, le dije: “tía, si vas a morir, al menos sabré que te hice feliz”.
Eso pasó un jueves, al otro día la llevaron al hospital y el domingo falleció, sólo le pidió a mi prima que me dijera gracias.

2.- La abuela de uno de mis mejores amigos; ella tenía algo relacionado con triglicéridos y colesterol. Por tanto le habían pedido que no consumiera grasas saturadas, derivados de puerco y demás cosas grasosas. Una tarde de reunión con los amigos, me tocó ir por más pisto, pues se había terminado. La señora se asoma por la ventana y me pide que le compre una torta de pierna; sonreí y le dije que no debía comer carne. Pero ella insistió un poco, diciéndome, “Set, llevo días sin comer carne y moriría por una torta de pierna”. Pues qué podría hacer… se la compré y al dársela le dije: “que no se entere el gordo, porque si me muere, señora, irá a jalarme las patas”. Reímos… al otro día se la llevaron al hospital y fallece al siguiente día, el sábado. Una semana después la soñé.

3.- A mi mejor amigo. Mi actual mejor amigo, su hermano, tenía problemas con él muy fuertes, llevaban dos años sin hablarse, pero él y yo llevábamos buena relación. Una noche en una cafetería le dije: “Carlitos, si no haces las paces con tu hermano, un día se va a morir y no podrás tener la conciencia tranquila”. Respondió que tenía razón y que intentaría hablar con él; le repuse comentándole lo que hizo mi hermano y le dije: “tú no sabes, pero qué tal y el próximo fin de semana se muere, no, haz las paces”. Ese fin de semana matan a golpes a mi queridísimo Azael, Carlos, su hermano, me dijo: “no mames Set, me lo advertiste…”

4.- El cuate de mi primo. De niño tenía problemas aquí en la colonia, y unos de ellos decidieron que sería padre aventar una piedra a la ventana de mi casa; para mala suerte, yo tenía una fiesta por el cumpleaños de mi primo. Ellos se pusieron locos y agresivos, y les pedí que no salieran, que ya ni modo y que mejor no se metieran porque los de por aquí siempre traen arma y que no me gustaría que se tronaran a uno sólo por unos tipos que no valían un peso. Para que no salieran le puse chapa a la puerta. Dos horas más tarde se termina el alcohol, me dicen que quieren ir por más, consideré que ya había pasado rato y los dejé salir. Mataron a uno de ellos una cuadra más adelante.

5.- Otro de mis mejores amigos. Por motivo de su cumpleaños, Marcos quiso celebrar en un antro de moda en el 2003. Me marcó para pasar por mí y le dije: “ni madres, cabrón, vas a tener un accidente va a valer verga todo”. Él, riéndose, me dijo “no seas chillón, no pasa nada, vamos a pasarla rico, no seas mamón”. Accedí, pero me regresé antes que ellos. Tres horas más tarde, yo ya en casa, me llama su madre para decirme que estaba en coma, que si podía ir al hospital para hablarle. Cuando despertó y lo visité, me dijo: “pinche culero, me echaste la sal”. Reímos… pero no volvimos a salir juntos, terminó en una silla de ruedas, aunque según sé ya puede caminar.

6.- A mi primer amor. Después de meses de no hablarnos, le llamé para saber cómo estaba, ella andaba haciendo ruido con las manos, y le dije: “¿qué haces?, respondió “adivina”. Contesté, “estás haciendo unos recuerdos”, respondió sí, “para una boda”, asintió, “la tuya”, afirmó, “te casas el sábado”, y contestó: “siempre he dicho que eres brujo, no tengo necesidad de decirte qué pasa conmigo porque siempre lo sabes”. Fui a su boda sin ser invitado, no más por el gusto de verla casarse.

7.- Uno de mis amigos. David, el más pequeño de toda la banda, quiso experimentar qué se sentía salirse de su casa, se fue con el gordo. Me llama el gordo preocupado y accedí a recibir al buen David en mi casa. Mientras él venia en camino, le marqué a sus padres, ellos estaban preocupados. Cuando vino, le dije lo que había hecho, se enojó, pero añadí diciéndole: “mira, mi hermano, no te preocupes, vendrán los dos, tu papá se llevará a tu madre a la casa y te invitará un café, luego te hablará de su vida y de lo inteligente que te viste al verles la cara, te castigará, pero te dará lo que quieras con tal de que no te vuelvas a ir”. Me llamó una semana después para decirme: “ya puedes ser papá, pasó todo como me lo dijiste, y gracias por hablarles”.

8.- A mi segundo amor. Una mañana, como cualquier otra, me saludó, me hice para atrás y le dije: “estuviste con alguien más”. Ella lo negó y peleamos. Pasó un tiempo y sucedió lo mismo, así tres dos veces más. Tiempo después de haber tronado, platicando en buen plan, le pregunté: “¿cuántas veces me pusiste el cuerno”? Contestó: “cuatro, pero me sorprende que en todas me hayas cachado, y que con el último me dijeras, aunque te tiré de loco, que él me alejaría de ti… perdón.”

9.- Mi ex. Demasiada belleza en una relación no podía existir; cuando me pidió tiempo, le dije a mi primo: “man, ella ya no va a regresar”. Y él me dio un sermón de que aguantara, que ella quería estar junto a mí y todas esas cosas. Le respondí que no regresaría, que ella iba a terminar con alguien de su trabajo. Dos semanas después, quizá mis palabras negativas, quizás el destino y esta ciudad y esta vida es una mierda que juega con nosotros… pero fue cuando me dijo: “ya ando con él”. Precisamente, de su trabajo.

10.- Mi sobrino. No todo es pésimo en esta vida y no soy tan ave de mal agüero, antes de que anunciara mi hermano que sería padre, soñé con su hijo el día de su bautizo. A esto le siguió la quiniela de qué género sexual tendría, todos le apostaban a que iba a ser niña, por la genética que traemos y esas cosas. Fui el único que dijo desde ese momento que sería niño porque ya lo había soñado… Ahora mi hermano cuenta la anécdota con una ancha sonrisa y tomando mi hombro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi estimado Nostradamus, pero cuales son las 10 predicciones para la siguiente década!!! jeje un abrazo
Nubia = )

Pluma de Fénix Negro dijo...

Mi queridísima Nubia... ya no quiero hablar jajajaja. Ya suficiente tuve en esta década, no crees? Por lo pronto, callaré lo malo y diré lo bueno, como lo de mi sobrino :D.

Un abrazo igual y a ver si ya echamos el café, no?