A mis
29 he podido aprender que…
…no
importan que tantas penas pases, tu familia no te abandona.
…no hay
mayor éxito ni mejor negocio que aquel donde se termina contento.
…
siempre habrá más de uno que quiera joderte la vida, o verte llorar, pero
siempre tendrás a tu lado una persona que estará dispuesta a dar su vida (gracias,
mamá).
…no
importa cuánto hayas peleado con tu hermano cuando eres niño, a estas alturas
uno obtiene a su mejor amigo y confidente (te amo, Samuel).
…si
llegas sin hijos a esta edad, tienes sobrinos a quienes les puedes enseñar como
si uno fuera su padre.
…si el
infortunio te sonríe, lo mejor es devolverle la sonrisa, y luego reírte con él.
…a tus
mejores amigos no les importa ni el tiempo o la distancia, siempre contarás con
ellos en tus fracasos… pero más en tus glorias.
…tus
primos son hermanos, y aún cuando el largo velo del tiempo te arrebate a tus
amigos, con ellos envejecerás (Ana, Carlos, los amo).
…amores
vienen, y otros tantos se van, pero siempre habrá uno, o quizás dos, a lo mejor
tres, que siempre desearán tu felicidad aunque ya no puedan estar contigo.
…se
vuelve más importante estar con las personas que te quieren, aunque sean pocas,
que estar con aquellas a quienes les eres indiferente y son muchas.
…siempre
hay tiempo para amar y para tomarse un café con un viejo amigo (a).
…la
cama no sólo sirve para soñar, tener sexo o llorar, también sirve para
compartir y conocer el verdadero significado de la intimidad.
…si no
se perdona con el corazón, no es perdón en realidad.
…se
debe trabajar para vivir, no vivir para trabajar.
…no
existe tal cosa de la “media naranja”, para amar y entregarse hace falta que
uno esté completo y que la otra persona también se sienta así.
…es más
satisfactorio estar con una mujer que estar con una princesa.
…lo que
no mata a uno, no lo hace más fuerte, sino más extraño y más duro.
…no hay
mayor dependencia que el buscar la libertad.
…muchos
se esmeran en querer hablar, pero muy pocos en querer escuchar.
…el
hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras y promesas.
…es más
fácil romper una promesa que hacerla.
…los
momentos más bonitos, son aquellos en compañía del silencio.
…la “verdad”
está sobrevaluada, y es tan relativa como la “mentira” o la “omisión”.
…no es
mejor amante quien está con muchas, sino quien se concentra en una sola.
…arrepentirse
de su historia, es negar lo que le lleva a estar aquí y no desprenderse de su
pasado.
…no hay
mayor ambición que aquella que supera a la obtención de bienes materiales.
…las
palabras se las lleva el viento si no están sostenidas por hechos.
…las
renuncias son elecciones a un amplio abanico de posibilidades y otras
complicaciones.
…el
idealismo es el último lujo de la juventud, pero eso no significa que se debe
dejar de luchar por lo que se quiere conforme vas creciendo.
…la
muerte sólo es el descanso de la vida, no una pérdida o despedida.
…el
racismo sólo es una forma de criticar tus propias carencias o debilidades.
…no hay
mayor placer que compartir tu riqueza con quienes han nacido en condiciones
menos afortunadas que la tuya.
…no se
actúa para que la gente note tu presencia, sino para que se haga sentir tu
ausencia.
…uno no
puede entregar lo que no tiene.
…la
madurez no llega con los años, sino con el ejercicio de reflexión de tus actos.
…no
existe eso que llaman “bueno” y “malo”, las cosas sólo son porque no fueron de
otra manera.
…los “hubiera”
existen en medida de hacer crítica a elecciones que renunciaste.
…”cambiar
de camino” no significa huir o cobardía, sino otra manera de hacer las cosas.
…no
existe la soledad, uno es la mejor compañía, y si no eres capaz de estar
contigo mismo, menos podrás compartir con alguien más.
…no se
trata de llegar primero, o saber llegar, sino de llegar contento no importa en
qué lugar.
…uno
mismo es el obstáculo o la libertad para superar las formas de lo posible y lo
imposible.
Y aún
me falta tanto por aprender, pero para eso siempre estará la vida; y aún si
esta mañana termina, lo haré con la ancha sonrisa de que seguí mi corazón y en
constante lucha de construir mi propia suerte.
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