domingo, 10 de abril de 2011

El juego


Recuperé la voz que perdí en un juego de cartas con la vida. Mi suerte fue echada en un tiro de dados, llegué a deber hasta el alma en sólo una noche. Una prostituta se encargó de arrebatarme el último de mis bienes al dejarme dormido en un colchón usado de un malaventurado hotel. Traía los bolsillos agujerados, los pies sucios, la barba crecida de días, quizás también un cierto olor a tequila que desprendía mi cuerpo al más ligero movimiento de mis extremidades. Pero como la vida vale tan poco en ese estado, me jugué la camisa y entonces perdí la dignidad… y sentí que mi existencia se arrastraba por las calles pidiendo limosna de muerte, de vida… Cosa complicada cuando tiemblas de miedo y dolor; en ese momento de ausencia de dicha tuve que voltear al cielo en busca de consuelo, pero al hacerlo me mandó la factura de lo que debía por tanto juego a lo largo de mis años. Pagué con creces hasta el último centavo que dieron mis ojos, lloré como niño y luego lloré como los hombres, lleno de coraje y con la vista al frente. Erguí mi pecho, alcé el puño y emprendí el camino, con bandera en alto, a la montaña de desafíos, tretas y juegos… encaré a mi vida en un partido de ajedrez.
No puedo decir aún que voy ganando, pero desde que te pusiste a jugar conmigo la tirada de mis fichas han caído a favor: estar contigo es apostar en un casino donde sé que me hago rico. Deja de ser un azar, trazo mi destino, me alejo del sorteo, es saber que estoy en el lugar y el momento preciso y correcto para que las cosas sucedan. El juego de conquistarte es el grito de una de mis victorias más grandes porque todo lo que quiero lo encuentro contigo: desde el estar conviviendo con tu familia, tú con la mía, hasta el estar desnudos en alguna habitación de los nichos para la pasión de esta ciudad.
Pensé en algún momento haber vivido las historias de amor más bellas… pero tienes un encanto tal que me pones a vivir al máximo cada que te veo, aún con las cosas más triviales, aún en mis defectos, explosiones y celos… manejas mis emociones como si fuera yo una bestia dócil que se sirve a tu rienda, estoy contigo, en tu mano, siendo un rey de blancas, donde escaque por escaque me muevo para matar y triunfar.
He dejado de tener la adicción de jugarme todo por nada, ahora apuesto nada por todo, me apuesto a mí por ti… si me llegara a perder, al final, valdrá la pena saber que me jugué mi universo en una canica de saberme el mejor amor que has tenido… y el mío.

Sólo un tiro de dados
Sólo un respiro
Es sólo un juego de cartas sobre la mesa,
La ruleta de nuestra vida
Que manipulamos;
La suerte cantada de la lotería…
No hay casualidades…
Coincidir en el juego de la vida
Sin retarnos
Sin ser contrincantes…
Compañeros de juego
De vida
De amor…
Eso somos en el mundo…
He ganado la apuesta
Estoy enamorado…
En esta apuesta
Mi mayor ganancia
Es cuando dices TE AMO
Fuera de juego
Pero dentro del tablero.

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