lunes, 29 de marzo de 2010

Noches como ésta


Ayer lloré por ti
Mientras hablaba
Y recordaba noches como ésta:

Cuando el frío se acostaba a mi lado
Me aferraba a tu imagen
Para sentir el calor enternecido de tus labios.

Noches como ésta golpean mi memoria,
Someten mis emociones
Al compás de la música que jalan mis lágrimas

No te tengo
… quizás nunca te tuve.

¿Cómo leer tus cartas si están en blanco?
¿Qué platicar de ti
cuando pronunciar tu nombre nunca pude?
¿Qué historia narro si fueron más noches de ausencia
que días trazados por mi pluma y tu mano?

Probablemente te tuve…
O quizás me gusta pensarlo.

Hallaste en mi conciencia
El lugar perfecto para esconderte
Y salir en mis sueños, o en mis silencios
Para mostrarte sentada en el sitio
Donde siempre estoy pensando en ti…

Donde te sentaste por vez primera
Cuando acuciosos por tomarnos
Me tomaste de la camisa
Y controlaste mis demonios...

Quizás te tuve…
O prefiero pensarlo.

Cada visita era un tiro de dados
Donde me jugaba con el destino
De saber que era la última vez
Que me reflejaría en tu mirada

Y desaparecerías…

Me quedo con tu último poema,
Así podré decir que te tuve un día;
Me quedo con tu primera canción,
Sólo para recordarme
Que en el mundo alguien pensó en mí
Y que nunca quiso irse…
Aunque “nunca” terminó yéndose.

A veces pienso que realmente
Fuiste un fantasma de mi pasado
Que vino a cobrarse la factura
De todos los amores que he abandonado

Hay otras veces que pienso
Que fuiste una creación de mi mente
Por la desesperación de sentirme
Arrojado a este mundo
En medio de un público
Que aplaude mis mejores actos
Y abuchea mis monólogos
Cuando me tiro al piso
Llorando, pensando en lo miserable
Que me siento cuando pasa otra historia
Que no tomará mi mano en mi sepulcro.

A veces te pienso imaginándome
Una noche como ésta escribiéndote,
Mientras me rasco la cabeza
Preguntándome si exististe realmente
O viviste en mi ser en un mundo paralelo
Cuya dimensión apenas rocé
Con la punta de mis dedos…

Nunca te tuve…
Es cierto…

Pero ojalá te haya tenido,
De lo contrario amaría un vacío:
Como cuando ves una fotografía
Que abrazas a alguien que no recuerdas su nombre
Pero que sabes bien lo feliz que te sentías esa tarde…

¿Cuántas tardes teniéndote
y cuántas más viviré lanzándote al olvido?

Será mejor pensar que no te tuve,
Así, al menos, si te veo en la calle
Pueda de largo pasarte
Y ya no me importes.

1 comentario:

Lilith Lalin dijo...

Triste y hermoso. Me identifiqué con tu poema, no tanto por haberlo vivido, sino porque temo hacerlo. Pero supongo el amor es así, algunas veces, te la estás jugando para sacar una cuenta directa al olvido, pero uno nunca sabe, vale la pena el riesgo.

Lo que más me gusto fue:

"Cada visita era un tiro de dados
Donde me jugaba con el destino
De saber que era la última vez
Que me reflejaría en tu mirada"

Saludos