lunes, 8 de febrero de 2010

Un buen idiota


Te quejabas de los hombres porque estos resultamos ser unos idiotas, y no voy a contradecirte, podría causar esto una diferencia tal de opiniones que simplemente acabaríamos por ejercer una pelea. Y yo te digo: sí, somos idiotas… Pero incluso para serlo, princesa, hay que saber ser buenos idiotas, como quien dice: “ser un dios entre insectos”.
Esta carta no hablará en defensa de los pobrecitos hombres víctimas de los arranques e impulsos de las mujeres, que como nosotros, sacan en todo momento su lado más infantil y complejo de Elektra; sin embargo, he de confesarme gran admirador del sexo femenino, y puedo decir esto sin afectar mi gusto por las mujeres, o como otros de mi especie dirían: “mi hombría” o “poner la vagina en un pedestal”. No, no vengo aquí a victimizarme, ni quejarme de los enredos cuando les preguntamos con toda conciencia y calma cosas como: ¿Qué quieres ver? –Nada, lo que tú quieras.
¿Qué tienes? –Nada (esto es por lo cambios de humor, a veces repentinos)
¿Ahora qué hice? –Nada, carajo (cuando realmente no sabemos qué hicimos)

En fin, podría seguirme más, pero estoy diciendo que no me voy a quejar, corazón, esta carta es para decirte que si estás convencida de que somos idiotas los hombres, entonces me esforzaré por ser un buen idiota. Quizá te extrañe esta afirmación, pero juro es verdad, y continúo diciendo cómo seré un buen idiota:

1.- Si te tardas años en arreglarte, aunque se nos haga tarde, no te apuraré, y cuando salgas admiraré lo bien que te ves.
2.- Cuando me digas NO, entenderé y esperaré a que tengas ganas.
3.- Seré territorial, mas no celoso de los tiburones que anden al acecho (porque una cosa es no ser celoso y otra cosa es ser pendejo).
4.- Seré educado, no miraré ni te “sabrosearé” enfrente de tu familia, siempre del cuello para arriba, y en dada la ocasión que mis hormonas quieran hacer de las suyas, te daré un beso en la mano, y susurraré que te deseo al oído.
5.- Te dejaré tomar, fumar, destramparte y vestir con minis, sin que oigas quejo alguno, incluso, si fumas, fumamos, si tomas, no tomaré de más aunque tú lo hagas, y si sales así (como dirían muchos de mi especie, zorra) estaré encantado de que te vistas así, porque tú estás conmigo.
6.- Sea amigo con “derechos”, amante, o novio… Mi trato a ti, será como el que te mereces: el de una princesa.
7.- Por mucho que me duela, si vas a hablar de tu ex, te atenderé como un amigo, no importa mi situación (véase punto seis).
8.- Cachondearte primero antes de tener relaciones sexuales, será como una ley, a no ser que tú me pidas lo contrario en un arrebato.
9.- Por muy difícil que parezca hacerle caso a tus padres, si tú me estableces la hora, a esa hora te dejo en tu casa, pues soy tu pareja (en cualquier presentación), y a la primera y última en escuchar, es a ti: tú eres mi princesa, no tus padres.
10.- Por muy idiota que sea, y muy idiota lo que te ofrezca, lo único que te pido, es que a veces me dejes ser yo, de vez en cuando, para que puedas disfrutarme como el idiota que soy, y que comparto con todos los hombres.

4 comentarios:

Lilith Lalin dijo...

Me encanto XD. Afortunada tu princesa.

D'Naidak dijo...

Jajajajajajajajajajaja!
Vale tío que hoy me descojono de la risa. Quiero ver todo es en práctica... durante mmm un periodo largo... si lo consigues... sere tu fan número 1!!! jajajaja (esta genial)

nena... dijo...

sí, en verdad afortunada porque hombres como tú no existen dos en el mundo, tangrande como ser humano, tan garnde como tus letras...

Unknown dijo...

Me enamore, eres perfecto, sublime, genial, unico ,imperdonable esta vida por que no eres mio. O por Dios hagan clones tuyo, necesitamos hombres asi.
Sos el idiota perfecto