lunes, 22 de noviembre de 2010

Cuatro pasos para olvidar


Olvidarte con todas sus consecuencias tiene varios significados; es un viaje directo a sacarte de cada pensamiento, succionar el veneno de los besos dados y los que faltaron. Olvidarte resulta la cruz más pesada que llevo a cuestas, olvidarte hasta que se me olvide que debo hacerlo.
Pasar primero por los tallos espinosos de mi pasado, levantar el teléfono y ofrecer disculpas, espero mentadas y malos tratos, pero considero que si debo de empezar por algún lado en esta tarea que me doy, será este un buen comienzo. Cerrar ciclos, vienen a la memoria una larga lista de soles caídos, de llamadas en la madrugada donde me vi hace unos días. No es lo mismo llorar a que te lloren, hoy lo entiendo.
El siguiente paso será escribir de ti hasta que ya pierda sentido realizarlo; con todo lo que esto implica, desde el escribir anécdotas hasta escribir ficciones al punto que se confundan, no quiero que sepas de mi realidad, sólo necesito lograr que te dé tanto coraje el haberme tenido para no alcanzar el odio, quiero ser para ti indiferente, no importarte, que la boca ajena borre mis huellas de los tuyos, deseo ferviente ser arrojado a tu vacío, donde si tropezamos en la calle no podamos reconocernos.
Lo que vendrá después será negar tu existencia, que lo sucedido fue un sueño que se olvida al pasar el día. Rechazar la idea que te esperé, la idea de que estuvimos juntos. En este transcurso cambiaré mi residencia, cambiar de número, te lloraré hasta reventarme, hasta que las sales de mi llanto se lleven el rastro de ti en mi cuerpo, hasta sentir que ya no deseo ni siquiera tu bienestar. Que la espada enterrada en mi pecho me atraviese por completo, sentarme y esperar que pases al sitio donde escondo las historias de mis viejos amores, donde dejas de ser mi diosa, donde sólo seas otra más.
Ya el sol brillará después, la siguiente etapa será volver a salir con otras personas ya después sí estaré listo para tropezar contigo y verte sin sentir nada más que un ligero recuerdo que me haga sonreír… y pasarte de largo.
Cuatro pasos me propongo de aquí hasta lograr que no quieras saber de mí, hasta que me olvides para poder olvidarte más fácil. No te mentí, siempre te amé, fui claro y transparente, eso no fue suficiente, entonces mentiré de mí y de ti hasta que no sepas cuál es la verdad que se oculta en mi vida. Cuatro pasos son los que necesito para seguir mi vuelo, arreglar mis alas, volar a otro sol, alzar la mirada, el puño, llenarme de luz, salir de la obscuridad y derramarme en el cielo; caeré como lluvia ácida, correré por la mundanidad de las ciudades hasta limpiarme, hasta que un nuevo sol me levante, me purifique y vuelva a ser bebido de nuevo.

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