lunes, 27 de diciembre de 2010

Nostalgia de la primera década X


Después de todas estas nostalgias que he venido publicando, es hora de concluir, cerrar la etapa, el ciclo y prepararnos para la próxima década. En esta que finaliza he visto amaneceres desde lo alto de una montaña; vimos caer nieve, la Aurora Boreal desde las llanuras blancas de Alaska. Se soportaron más de -25°C en el cuerpo y al final -100°C en el alma. Observé paisajes naturales más hermosos que aquellos pintados en los cuadros que cuelgan en la sala de las casas de las abuelas. He sentido el frío de inviernos y el agua de la lluvia acariciar mi rostro, llenar mi barba con escarcha y sentir húmedo mi cabello. He patinado en lagos naturales y me he albergado en lujosos hoteles, pero también en algunos que están por caerse. He caminado largos senderos, donde todo alrededor está cubierto por árboles, y he sentido que no veo ninguna dirección, me han tocado noches obscuras y espesas encontrando el camino a casa: me he perdido en bosques, en ciudades y en mis sueños. Supe lo que es estar al borde del suicidio, y sé ahora que la vida tiene cosas tan bellas que se hace difícil soltarla. He amanecido en lugares inhóspitos y he tenido aventuras que pocos pueden relatar. Caminé sobre la vida esta década con todo y lo que esto lleva.
Pero de las cosas más bellas que viví esta década se encuentran los momentos gloriosos desde el compartir una noche con vino con algún amigo y perdernos en la plática y el canto, así como rodearme de guapísimas mujeres con las que he detenido el tiempo y me he conjugado en el espacio. Risas, llanto, abrazos, besos fraternales, sexuales, amaneceres, cigarros, lecturas, poemas, cuentos inventados a la luz del amor, desveladas por platicar con quienes te aman en el momento: llevar el desayuno a la cama, escribir sobre la espalda una promesa, crear escenarios únicos, disfrutar el momento de empiernarte con alguien mientras se susurran los te amo y no te dejaré nunca… Detalles así pude sostener a lo largo de la década, cada una de mis experiencias fueron distintas con las personas: no amo igual a una o a otra persona, he amado distinto; me han ofrecido situaciones que jamás borraré de mi mente. Mi habitación hoy me relata las historias de amor más bellas de la década, todos los fantasmas se hacen presentes para gritarme al oído lo maravilloso que fue estar conmigo… desfila una larga serie de soles y lunas que se derraman en mi mesa y juegan entre mis dedos queriendo hablar por ellas mismas.
Pero también supe en esta década lo que es hacer daño y que me lloraran mares para que nunca me fuera, y también supe lo que estar en su lugar. Me considero un hombre que no sobrevive, sino que vive, que aprendió a caerse y a perder para disfrutar momentos de dicha y victoria. He logrado tocar fibras sensibles, hacer las paces conmigo y con algo más grande por sentirme en algún momento tan pequeño.
Me junté dos veces, amé tres, me abrí a toda posibilidad y rompí patrones de conducta, he sobresalido en multitudes y me volví después un ser solitario. Esta década será distinta a la que viene ya tocando la puerta. En esta década me construí y me destruí, me divertí montones, lloré al final lo que en estos diez años no lloré; he aprendido a sonreír de nuevo y he vuelto a ponerme sobre mis pies y dejar las cosas ser. Me desprendo de todo el pasado vivido a lo largo de esta década, miraré atrás ya no para revivir, sino sólo para extender una sonrisa en memoria de lo acontecido.
Ahora que el mar vuelve a la calma, donde ya nada me afecta, puedo decir lo estupendo que fue encontrarme con personas que marcaron mi vida y que me enseñaron a ser humilde, ayer tuve que agachar la cabeza y aceptar lo queme dicen… he aprendido a escuchar, a dejar de lastimar… pero también a tomar el consejo de mis instintos para evitar tropezar, y si tropiezo, a meter las manos para aminorar la gravedad de la caída.
Esta década la empecé siendo un reverendo hijo de mi puta madre… pero la termino siendo un buen tipo, leal. Comencé a criarme en una cuna de lobos, y aprendí a aullar como uno, a actuar y a morder… pero me alejé de la manada para ser estepario y sentir la levedad insoportable de la soledad, la cual comienzo a disfrutar.
Mas si esta década la usé para vivir en el extremo, y forrarme de experiencias poco convencionales donde hice lo que se me pegó la gana… esta que viene me enfrentaré y me pararé firme para construir mi futuro y dejar de jugar alas vencidas con la vida, comprenderme como parte de ella y entender que debo dejarla fluir por más que duela, no forzar, sino más bien ser dinámico para aceptar las cosas agradables y desagradables que tiene para darnos… es decir, vivir ya no tanto, sino vivir mejor, que es lo mismo… pero no es igual.

2 comentarios:

Lilith Lalin dijo...

Lo importante es la calidad no la cantidad =D

Gracias por tu mención en tu anterior post.

Te quería comentar. Vi me tienes en tu blog roll, pero cambie mi dominio y nickname (antes sofía selgena).

Hice una especie de borrón virtual, el caso es que para que me tengas de nuevo antualizada en tu blog roll debes cambiar la dirección que ahora es: http://divagacionesliterariasdeangeles.blogspot.com

Un abrazo, reflecioné mucho con estas Nostalgias tuyas que me recordaron muchas mías.

No te conozco, ni digo que lo haga, pero siempre que escribes, leo algo de mí y eso me gusta por eso soy tan asidua a este sitio =D.

Abrazos Set.

Ángeles

Pluma de Fénix Negro dijo...

Sí, se trata de calidad.

Gracias a ti por seguir acompañándome en este viaje.

Sí tengo tu nueva página pero aún no le cambio la dirección en el blogroll (ya decía yo que era raro no escribieras).

A veces hay vidas paralelas que aunque no se encuentren, saben que existen.
Y por lo mismo te sigo leyendo, pues tambioén encuentro algo de mí en tus letras. :)

Que pases excelente año.